miércoles, mayo 31, 2006

¿Por qué no salimos un año después?

Hace un rato atrás, mi ahora dormida madre me comentaba que, de estar mi generación en estas circunstancias, yo estaría junto a Sandoval y Sanhueza moviéndome dentro del Instituto Nacional. Ante mi pensamiento de que quizás yo no estaría en una toma (de hecho, no se me pasó por la mente quedarme en la del año pasado), se me ocurrió que mis padres me hubieran ordenado ir a ella. xD (Quienes me conocen más saben que mis padres serían capaces de "proponer" algo así y enviarme a la toma, así como otras veces me han "sugerido" ir a protestar y otros asuntos.)

En todo caso, creo que hasta yo habría entrado a una toma si estuviera aún visitendo el vestón bajo el abrigo, como en tantos días de invierno.

Y aquí me disculparán, estimados lectores y estimadas lectoras, que me dirija especialmente a aquellos que el 2005 lagrimeamos en nuestras licenciaturas y cenas de gala.

¡No se atrevan a discutirme que se nos queman las manos, que nos carcomen las ganas de ser aún pingüinos y estar embarcados en este movimiento que nos ha remecido a todos!

Ante algo que la prensa se ha visto obligada de catalogar como "gesta" y "corajudo", que por todos es visto como un movimiento justo, que causa simpatía y apoyo desde los profes hasta el lustrabotas, de un movimiento que nos causa orgullo y admiración; porque eso es lo que me pasa a mi cuando paso fuera de un colegio, cuando vi a mi señorita novia escalar el muro de su liceo... No puede sino remecerse el espíritu, agitarse el ánimo, elevarse una sonrisa, y todos esos afectos acumulados en el pecho pensar y hasta desear en estar allí, en formar parte de esto aunque fuera barriendo el Patio de Honor. Ciertamente que desde nuestra posición de universitarios algo hacemos (creo) y también nos mostramos "en apoyo de". Pero no es lo mismo.

En estas noches frías, seguro que por nuestros sueños ha pasado la pregunta de "¿Por qué no salimos un año después?" No estaríamos preocupados (todavía) de la siguiente cuota o del crédito de la universidad, seguiríamos poniéndonos corbatas al cuello, y seguramente estaríamos comiendo tallarines todos estos días, pero los tallarines nos sabrían a gloria, porque pucha que sonreiríamos de tener la oportunidad de retroceder el reloj 365 días.

(Y hablando de tallarines, seguro que Carozzi y Lucchetti tendrán que hacer mucha publicidad para reencantar a un público que se va a hartar de las pastas. Pero eso es harina de otro costal.)


Saludos,

S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo B.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Porque quizá no nos merecemos ser parte de la generación sin miedo...

Quizá alguien sabía que no tendríamos el coraje para realizar las marchas...para tomarnos los establecimientos...y por aquello mismo no fuimos capaces de hacer nada el año pasado...

[ Eso no significa que no haremos nada que cambie la historia algún día...]

Cuidate.

Cya

Anónimo dijo...

Keep up the good work Intelligence surveillance act 328 ferrari gtb cellulite in young children Disability insurance for mortgage Allegra fendi Uk gay sauna Mirapex buspar buspirone