sábado, abril 05, 2008

Breve descripción del Reino de la Huída.

Tres sillas hay en el último salón del palacio imaginario del Reino de la Huída. Es este, realmente, un país bastante aislado, al que sólo se puede llegar por una única carretera. Es una carretera estrecha, puesto que poca gente circula por ella. Pero lo suficiéntemente ancha como para que quepa una moto de esas alemanas, estilo Segunda Guerra Mundial; que llevaban un compartimento para que fuera alguien sentado al costado derecho, si lo miramos desde delante; izquierdo, si tomamos en cuenta al conductor.

También cabe la posibilidad de llegar por mar. Los barcos anclan en la bahía durante noches lluviosas en las que sólo ven ténues luces en la costa, y cuando desde miradores amarillos los ven llegar, botes de madera parten en la búsqueda de los escasos pasajeros y las escasas cosas que los habitantes del lugar parecen necesitar. El puerto tiene varios galpones decadentes en los que algún día se apilaron cajas llegadas desde decenas de rincones del mundo. Hoy se les puede encontrar casí vacíos, y los días de lluvia filtran gotas por sus paredes y techos.

Viejos autobuses de colores recorren rutas de tierra y las lomas de un reino en el cual sus jugueterías no conocen los juegos electrónicos o gruesas pistolas de agua. En ellas hay soldaditos de plomo, buses rojos de dos pisos, y muñecas de miles de tipos y colores. Las niñas pequeñas, que no son muchas, como no mucha es la gente allí, usan vestidos azules de época que serían mirados como cosa muy extraña por los jóvenes de otros lugares del mundo; pero las abuelas comprenderían perfectamente.

A este extraño lugar llega gente como Malevo, aquel que jugó y perdió, por ella que nunca volvió. Como llegar a él no es ni sencillo ni barato, las gentes que le han adoptado como su tierra cuentan extrañas historias acerca de cómo consiguieron a él arribar. Algunos, dicen con cierta firmeza y admiración, robaron bancos para pagar tan larga travesía.


(En fotolog.com/elpoleno del 19 de julio de 1996)

¿Dónde dejé las palabras?

Saludos.