miércoles, diciembre 29, 2004

Un grito en otras voces.

Uno de mis poemas más recientes. Eduardo vuelve a tomar la pluma para escribir, después de un "receso". Leed por favor. Ah, se titula "Un grito en otras voces".

En un mundo descomunal,
irreversible es la fragilidad.
Y después que todo comienza,
todo es una bomba a punto de estallar.

La normalidad oculta
el tic-tac indetenible,
pero cuando no se siguen
los caminos comunes,
el ruido de la bomba
se confunde con el de los latidos.

Y todo es una condena,
una condena que es un deber.
Y a veces no queda más
que guardar silencio,
y esperar a abrir los ojos.

Soñando con reposar
en campos amarillos
como un trigal,
como una pradera o tus cabellos.
Parar para luego ir
a una disco del dos mil
y gritar y bailar
y encontrarte otra vez.

Porque allí está tu boca,
pero tendrías que cerrar los ojos
para poder besarla.
Y vago en soledad
pidiendo perdón
por ser la sombra que soy.

A ver si llega quien
busque amores imposibles
y me cocine besos con arroz.
Hay una luz que nunca se apaga,
que busco en la noche,
yendo a ninguna parte.

Y que busco cuando siento
que todo es un pecado
y miro el cielo
pidiendo clemencia.


S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo B.
"Como la flor que se niega a marchitar."

martes, diciembre 14, 2004

El mito de la honestidad.

El ser humano no es ajeno a la necesidad de la confianza. Vivimos en un mundo que quizás cada vez es más hipócrita y lleno de desconfianza; y los seres humanos podemos renunciar a la fe religiosa, al fútbol, a nuestras propias familias, amigos, mujeres, hombres, etc. Y sin embargo, ¿existe alguien que no ponga su confianza en algo o en alguien?

Eso también es parte de una decisión, individual. Es uno mismo quien decide acerca de su confianza o falta de esta. Especial es el caso de cuando se pone en alguien; y no en alguien por el cual votemos o veamos una vez cada cuatro años, sino en alguien con el cual queremos estar, alguien con el cual convivimos diariamente, y por quien no podemos evitar sentir sentimientos tan humanos como la amistad o el amor.

Esta confianza por lo general la vamos entregando y acrecentando a base de los hechos que ocurren en nuestra interrelación con las otras personas. Pero también a base de nuestras interpretaciones de esos hechos y de lo que vemos (¿o de lo que creemos ver? ¿o de lo que queremos ver?) en esas personas. Eso, como toda actividad humana, deja un margen al error. Las interpretaciones no son objetivas ni siempre correctas; la equivocación es parte de las probabilidades.

Hora de ser directo. ¿Hacia dónde voy con esto? Cuando uno entra en una relación con alguien (que no es necesariamente un pololeo o algo así), es normal que se forme cierta imagen de esa persona. Esa imagen en gran parte se basa en conceptos básicos, formados a base de... Interpretaciones.

Interpretaciones que nacen de hechos para nada extraordinarios. Cualquier cosa, una frase, una conversación; nada demasiado importante.

Como por ejemplo, establecer a partir de una conversación que una persona es franca.

Pero las interpretaciones, como las actividades humanas, como los seres humanos; por lo general son frágiles, y se pueden derrumbar.

Es que cuando las cosas no son lo suficientemente claras, las interpretaciones son más numerosas, y más débiles aún.

Un “no puedo corresponderte” es algo que no es claro. De aquello se pueden obtener numerosas interpretaciones. Puede querer decir que una persona es franca y clara. Puede querer decir que esa persona está pololeando hace un mes.

Y cuando se confunde la honestidad con la tacitud, pues claro, cada uno interpreta lo que quiere y se va contento a casa. Pero el exceso de tacitud no es bueno. Conduce a demasiadas interpretaciones, las que tienen un importante porcentaje de riesgo en su exactitud.

Y que lo diga yo...

En fin; un pésimo artículo, pero no siempre hay que escribir cosas buenas. A veces sólo se escribe porque se quiere escribir.

Y más que tratarse esto de “el mito de la honestidad”, el verdadero título podría ser “Mi mito de tu honestidad”. Últimamente los mitos se derrumban con facilidad. Más cuando hay un exceso de tactitud en toda la historia.

Sólo eso.

Adiós.

S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo B.
“Como la flor que se niega a marchitar.”

P.S.: Tacitud: De tácito; algo que se sobreentiende sin que sea explícito.

sábado, diciembre 04, 2004

La Teletón

7.600.000.000 de pesos. Eso es lo que lleva la Teletón al momento en que empiezo a escribir este artículo, que anoche no logré escribir por irme quedando conversando con uno y con otro. 27 horas que una vez al año, o cada dos, querámoslo o no, confiemos en ella o creamos que sea una burda estafa, revolucionan nuestra patria desde Visviri a Villa Las Estrellas.

Creo que es difícil ser indiferente a la Teletón, luego de 26 años de presencia de ésta. Ahora bien, como casi para cada cosa (¿o no les suena el término "opinología", tan de moda en Chile), cada uno de nosotros tiene su opinión con respecto al evento. Los mitos urbanos tampoco faltan. Que Don Francisco se lleva la mitad de la plata; que los artistas se llevan no sé cuanto, bla, bla, bla...

Ayer pensaba sobre esto, y recordé una situación aparecida en "La Ciudad de la Alegría", libro de Dominique Lapierre que cuenta la historia de un cura francés que se va a vivir a un barrio de chabolas en Calcuta. Dentro de las situaciones relatadas está la fiesta hindú en honor a la diosa Durga, la fiesta más multitudinaria del calendario hindú. La mafia que controlaba la Ciudad de la Alegría salía a recaudar entre todos los habitantes del barrio los dineros para la fiesta. "Nadie sabía qué porcentaje de aquel maná iba a parar directamente a los bolsillos de los truhanes. Pero lo que quedaba para la fiesta bastaba para crear su magia."

No voy a salir a refutar cada una de las acusaciones que se hace a la Teletón. Las empresas efectivamente descuentan de sus impuestos lo donado, en un proceso que les es beneficioso al fin y al cabo. Personajes hipócritas que aprovechan el evento para acrecentar su fama de más que deben existir; e ignoro si se les paga, pero en ego y en eventos ganan bastante. Tiendo a creer que Don Francisco no saca plata de lo recaudad; mal que mal, con el aumento de las ventas en Johnson's y Ripley, de las que es socio, ya gana plata. Las cuentas de la Teletón se publican en internet, y sí, es probable que el revuelo causado el año pasado haya sido el motivante de esto. Pero más que a ir a resolver detalle por detalle de lo que se dice de la Teletón, prefiero ir a lo que veo.

No resulta posible decir que el dinero que millones de chilenos damos no se usa. Los centros, los niños, los voluntarios, los médicos, están ahí todo el año, día a día. Quizás nos los muestran de una manera manipuladora y cebollenta durante estas 27 horas. ¿Pero si no fuera así acaso Chile se movería de la manera en que se mueve todas estas ocasiones? Sí, podemos decir que es una gran manipulación, o la mayor de las muestras de hipocresía de un país que es hipócrita muchas veces. Pero los resultados están ahí. Don Francisco contaba que antes a los discapacitados en el campo se les ponía afuera de las casas para que se los tocara para la suerte, y a los de las ciudades se les mantenía encerrados en sus casas. Para una parte no despreciable de nuestros compatriotas la Teletón, más que el espectáculo, más que las 27 horas, más que los artistas, ha significado el ser aceptados, el empezar a sentir que también son parte de nosotros; aún con ciudades mal diseñadas para ellos, aún con lo precarios que pueden ser los servicios para ayudarles en sus necesidades, aún cuando la forma de financiar el tratamiento de estos niños no provenga desde el Estado, sino de los pesos que millones juntan, durante meses, días, o lo que andan trayendo en ese momento... Lo que me recuerda que durante varios años Eduardo-tímido-llorón tomaba la iniciativa por una vez al año y se las arreglaba para juntar plata para la Teletón. (Alguna vez, en un episodio perdido en la memoria, fue recompensado por una gente de la Teletón con un pin.)

En fin... Oh, dije que no era financiada por el Estado. En un país desarrollado se esperaría eso, que el Estado se hiciera cargo de todo. Pero los sudacas, y no sólo en Chile, lo hacen con el aporte del pueblo. Y no me parece que sea una forma subdesarrollada de hacerlo. Cada vez más esperamos que las cosas se nos den, y luchamos sólo por nosotros mismos. Por 27 horas, somos millones luchando por alcanzar algo, por permitir a otros a quienes ni siquiera conocemos el seguir luchando el resto del tiempo. No siempre es bueno que las cosas se nos den, o las consideremos un "derecho". Las cosas más hermosas son las que se construyen, las que se alcanzan con sudor. Ellas son las que construyen la verdadera historia del hombre, su fortaleza. Su alma. El alma de Chile es un tema que he tocado alguna vez. Creo no equivocarme al decir que la Teletón se ha vuelto parte del alma de Chile. Y es como Chile. Hipócrita quizás, exitista, melodramática; pero también en el alma de Chile, aún perdida, aún escasa, reside la bondad, y la sencillez, y la solidaridad, y la caridad y la misericordia.

Honestamente no dudo de que la próxima vez también sacaré algo de mi dinero para donarlo, y mi madre hará lo mismo. Porque aún cuando se lleven la plata los artistas, descuenten impuestos las empresas (lo que no significa que esté de acuerdo con ello) y Don Francisco se haga más millonario, la magie de la Teletón está allí... En el mover a los chilenos de las ciudades, de los villorrios, de las casa en medio de la nada, del exilio, de los bosques, los campos y el mar. En el mover y permitir movers a aquellos que nos enseñan que quizás podemos ser vencidos, y nuestras luchas pueden fracasar; pero siempre hay que intentarlo.

Y queda algo más... Son sólo 27 horas, es sólo una institución, sólo un momento. ¿Pero qué hacemos los otros 363 días y 21 horas cada uno de nosotros? Es también nuestro deber aquello; es también el esfuerzo de cada uno que debería levantarse a ayudar no sólo en momentos como este, sino más veces, porque siempre podemos más... Es un momento, pero sería peor si no lo tuviéramos. La Teletón sigue viva en sus niños, sus familias, sus profesionales, todo ese tiempo. ¿Y nuestro corazón y nuestras manos siguen vivas también?

Ojalá sea esta otra Teletón cumplida.

S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo B.
"Como la flor que se niega a marchitar."

domingo, noviembre 21, 2004

Estado del tiempo

La primavera había sido agradable. Había. Días no demasiado calurosos, numerosos nublados, hasta un par de días de lluvia. Ni siquiera me acordaba lo cerca que estaba el verano. Pero la realidad siempre es dura. Llevo unos tres días aguantando un calor de cerca de treinta grados, y ya estoy hastiado. Es verdad, el calor me pone de malas. Dormir con un pie dentro de la cama y el otro afuera, también.

Mi amor es por el invierno, por el otoño... Por la primavera, si corre viento y el calor no es excesivo. Pero por el verano no, bajo ninguna circunstancia. Muchos factores se unen para ese rechazo. Y el primero que se me viene a la mente es uno tan ñoño como el que yo no sé nadar. Verano para mucha gente es igual a playa, sol, minas en bikini, carrete, agua y arena... Nada que me tiente realmente. Cuando chico iba a la playa junto a mis abuelos, y sí, me divertía incluso sin meterme al agua y la pasaba muy bien con ellos. (que tampoco son demasiado aficionados a ir a mojarse los pies) Pero ir solo a la playa realmente no se me pasa por la cabeza. Apenas entro al agua empiezo a temblar, me da frío, no tengo idea que diablos hacer, no soporto el agua en la boca y se me pegan mis largas pestañas. Motivo número uno.

Verano para encontrarse con los amigos del barrio, para salir a lesear por las calles, manguerearse, patear el balón y dormir tarde. Un momento. ¿Amigos del barrio? ¿Qué es eso? Padre mío, si lees esto, no empieces a retarme; tengo más que claro que el no tenerlos es completa y absoluta responsabilidad mía. La cosa es que no tengo amigos ni de barrio, ni de la especie de condominio de agujeros hobbit donde vivo... Alguien a la que debería considerar una amiga y que alguna vez me dijo que me consideraba así vive a nueve cuadras. Un amigo, mi mejor amigo, vivía a 11... Ahora vive al otro extremo de la comuna. El resto vive fuera de los límites del "lugar para vivir". Por los motivos que sean, mis amigos viven lejos. A gran parte de ellos los veo en el Instituto, o a consecuencia de ir en el Instituto. Por conclusión, el fin de las clases marca una distancia con ellos. La posibilidad de juntarse y hacer otras cosas que el resto del año no hacemos existe, y es genial saberlo... Pero también se pierde la cotidianeidad. La que tantas veces me falta.

Verano para bailar, carretear y chupar como condenado. Bailar... Actividad despreciada por mi ante mi absoluta falta de coordinación que me impide dar siquiera media vuelta en una salsa. Ni hablar de las coreografías tipo MEKANO... Simplemente el rechazo se vuelve absoluto. No, no y no. El pop ochentero del malo (si le parafraseo al Cayul) fue un descubrimiento placentero; a nadie le importará demasiado como lo baile. Pero adivinen quien fue la responsable del descubrimiento... Carrete. ¿Es esa cosa donde se pone el hilo con el que se elevan los volantines? Los dedos de mi mano alcanzan para contar a cuantos carretes, fiestas, o cosas similares he asistido en mi vida. Cumpleaños N° 16 de Zaldee, ida a Blondie, cumpleaños de la Khris. No hay más. Aún cuando pretenda ir a la Blondie siquiera una vez este verano, la alternaiva de dedicarlo a carretear se descarta. La intersección entre el conjunto "carrete" y el conjunto "Eduardo" es muy pequeña. ¿Y tomar? Tomo muy poco; y vino tinto más encima... La cerveza me causa rechazo, una vez tomé menta y la garganta me ardía, con la champagne casi vomito; y creo que el único otro trago que tomaría sería vodka, más por mi europa-orientalismo que por otra cosa. (Si lo beben los polacos y los rusos no puede ser tan malo.)

Verano para disfrutar del calor y andar con poca ropa... Shorts. Poleras sin mangas. Trajes de baño. Pies descalzos. Gente que camina con zapatillas y sin calcetines... No. Es una pelea de todos los años con mi madre; no me gusta usar pantalones cortos, y en el caso de tener que usarlos, que por lo menos me lleguen a las rodillas... Las poleras sin mangas tampoco me gustan, pero debo admitir que sí me gustan las manga corta. Los trajes de baño para mi no tienen sentido, reitero, YO NO SÉ NADAR; y alguna vez intenté aprender y no lo hice. Los pies descalzos se justifican con sandalias, aunque gran parte de las veces yo combino sandalias con calcetines. ¡Pero bajo ninguna circunstancia zapatillas sin calcetines! ¡NO ME GUSTAAAAA! Para mi es casi un atentado, y sólo cosas como la gente que se baja en el puente Padre Hurtado pueden ser peores. Motivo número 3. (Podría añadir que además no puedo usar el abrigo... Pero no quiero que piensen que soy un abrigo-fílico.)

Y el cuatro es el más obvio. Se llama calor. Calor que produce sudor, que te hace andar con la cara mojada, el cuello, con agua... Calor que se niega a rendirse aún siendo atacado con heladitos de cien pesos, o con cassatas, o con jugos, o con bebidas, o con agua. Calor que comienza a eso de las nueve de la mañana y se niega a irse hasta las una de la mañana, impidiéndome dormir y negándome el derecho de todo ser humano a tener una almohada relativamente fría. Y cuando despierto, hace tanto calor que no puedo seguir durmiendo, pero tampoco levantarme porque también hará mucho calor... Y se entra en un patético estado de intentar decidir cuál de las dos cosas es peor mientras uno se revuelca desesperadamente en la cama.

Cuatro motivos para odiar el calor... Pero sí, el verano también es una época para salir, para hacer lo que no se hace el resto del año, para ser más libre, para ver gente que no se ve el resto del año. (ejem... ¿Nata?) Nada podía ser absoluto, ¿no? Sería un claro desacato al no-absoluto del mundo el que el verano fuera solamente detestable.

Se nos viene el verano encima... Creo que debo buscar cosas para hacer. Al menos ya tengo un plan.

Justo cuando acabo de recordar otro motivo que este año encontré para amar el invierno.

S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo B.
"Como la flor que se niega a marchitar."

jueves, noviembre 11, 2004

Cómo llegué a ver a Morrissey. (Parte V y final -Al fin-)

Nos mantenemos expectantes mirando el escenario. Calla la música de fondo. Se apagan las luces. Una voz comienza a hablar. Gritamos. Está empezando... La espera se hace larga; la voz sigue hablando y Morrissey no sale. Tensión. Se levanta el telón. Salen sus músicos. Luego sale él.

Grito como nunca antes. También grita; también se emociona. Sale vestido de sacerdote. La pinta es genial. Comienza a cantar. El estadio se remece por completo. Mi corazón late y late, hasta dejo de pensar en lo que "hubiera sido". En una de esas excepciones de mi vida dejo de pensar en todo y sólo escucho, salto, bailo... Ni siquiera importa que no conozca la mayoría de las canciones. Es cosa de que empiecen a sonar para que mis oídos se enciendan, mi corazón lata más dulcemente. Es cosa de escucharlas como para sentirme llevado lejos, y sentirme bien... Lo sé, lo siento, y me gusta.

Morrissey canta "The first of the gang to die". La euforia es absoluta, el coro de voces que se eleva es genial. Me mira, le devuelvo la mirada; sonreímos, cantamos y bailamos más. La escena se repetirá mientras Moz esté allí. Me mirará, la miraré, y sin necesidad de decir palabra los ojos dirán "esto que está pasando es genial". Las canciones pasan y aunque pase el tiempo, no importa. Sólo Morrisey y los que estamos allí. Entre cada canción, agradece y habla. Es simpática esa actitud. De pronto suena "Every day is like sunday". Otra de esas canciones que he escuchado desde chico y que no tenía idea a quien pertenecían. Ese sentimiento de "descubrirlas" me gusta mucho. Coreo el estribillo como si la hubiera cantado toda la vida. Me sigo dejando llevar, como tomando una mano invisible que me lleva a envolverme en todo lo que está pasando y sin importar el peso que llevo siempre. "Irish blood, English heart", el comienzo del fin...

Otra canción para seguir desatándome literalmente. Sólo dos veces antes me he dejado llevar por la música de ese modo: La vez que fui a Blondie, y el concierto 2003 de Serrat. (En el de Eric Clapton salí volado la galería tenía olorcito a hierba hasta el último rincón, xD. Igual estuvo bueno.) Lo único que me detiene es que no se me caiga el celular. O devolverle la mirada. De pronto, siempre demasiado pronto, termina y se despide. Sus músicos se van también; en medio de los aplausos y los deseos de seguir con la fiesta. Vuelven para la última canción. Hay que aprovechar de disfrutarla. Sabe tan bien como las otras... El telón se baja. Morrissey se ha convertido en un gran instante, de esos que componen la vida.

Guau... Luego de los aplausos, poco a poco la gente se va. Extraño instante en mi vida, un gran instante. Caminamos hacia la orilla. Tomo su hombro y le agradezco mucho por acompañarme. También me agradece harto. Le doy un beso en la mejilla. Nos sentamos al borde de la cancha. Es obvio el tema a hablar. También lo ha encontrado genial, y es que cuesta encontrar otro calificativo. Hablamos sobre las canciones, sobre el haberlo visto... Estamos contentos, eso es genial. Es hora de irse y llamo a mi padre; viene en Providencia. Hay para rato, seguimos sentados allí, conversando en compañía del frío y de tan excitante momento reverberando en nuestras almas. De pronto, caemos en cuenta que tenemos hambre. Echamos de menos unos sanguchitos. Palta o queso; jamón, o dobladas. Hace hambre. Salimos. Se ha abrigado bastante, el frío golpea. Una carabinero come maní. Lo único que venden.

Mi padre no ha conseguido llegar al estadio. Está en las afueras de la Clínica de la UC. Carabineros no resulta de utilidad para encontrarla, nos mandan al lado opuesto. Sin embargo, conseguimos encontrarlo. Se deshace en excusas por no habérsela podido con las subidas. Le digo que no se preocupe, que sé que le cuesta (también le había contado sobre las dificultades de mi padre para la conducción, así que también lo sabe, xD), y además sirvió para que camináramos. Subimos; mi padre ha venido con una amiga. Raudamente bajamos desde las alturas. Nuestras sonrisas son grandes. Mi padre pregunta cómo estuvo. Muy bien, sin dudarlo. El conductor se ve obligado a ir a las casitas, así que terminamos en la bencinera ubicada en frente de mi ex-colegio. Bajamos. Le pregunto si quiere comer algo. Sí. ¿Qué quieres? Lo que tú quieras. ¿Te gustan las galletas? Sí. Compro Niza. Tengo sed, ¿qué quieres? Lo que quieras. ¿Jugo de durazno? Bueno. Sonríe. Volvemos al auto; vamos a su casa. Comemos galletas y bebemos jugo sin parar. Luego de largo trayecto, al fin llegamos a su casa. Me despedí contento, dándole las gracias de nuevo y esperando verla pronto. También estaba contenta y, una vez más, me dio las gracias y se fue. Llegué a casa a las 3AM. Tomé una taza de té y comí un pan. Luego a dormir... Un sueño muy reparador y dulce.


Al día siguiente me dijo que se había levantado sólo para verlo. Debí imaginarlo. Y al final, todos fuimos felices.

S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo B.
"Como la flor que se niega a marchitar."

P.S.: Finalizan las transmisiones de esta teleserie barata que les he regalado... Gracias por ponerle atención, (hasta de Portugal... ¡Saludos al que la leyó desde la tierra de Pessoa!) y espero que sigan leyendo las cosas que pongo aquí. Una sonrisa, de esas que produzco poco, para todos... ¡Y hasta la próxima!

lunes, noviembre 08, 2004

Cómo llegué a ver a Morrissey (Parte IV)

Tomo una 630 para llegar al Metro. Pésima decisión; para a cada rato, y más encima se llena. Horrible. Pateo el suelo del bus hasta que llegamos a Mapocho. Corro hacia Cal y Canto. Llego al andén. Tomo el celular. ¿Estás en Santa Lucía? Sí. Yo estoy en Cal y Canto, voy para allá. Bueno, apúrate. En diez minutos estoy allí. He apostado conmigo mismo: 90% de probabilidades de que vaya de negro. 10% que vaya de negro con algo que no sea negro. Llego a Santa Lucía y subo corriendo. No está.

Muevo la cabeza. Miro hacia un rincón. Allí está. 10%; va de negro, pero con algo no negro. Me gusta mucho como se ve. Saludo. Beso en la mejilla, obvio. ¿Vamos? Vamos. Llegamos a Santa Rosa con Alameda, conversando. La 327 aparece. ¡Esa nos sirve! Corremos hacia la micro; sube bastante gente. Paga escolar; yo no. Subimos. Al menos el 80% de la micro va a ver a Morrissey. Es obvio. La micro avanza por la Alameda y seguímos conversando; hace mucho tiempo que no nos habíamos visto. Un sujeto me pide que le avise en el estadio. Le digo que bueno, pero estoy seguro que se dará cuenta por si mismo. Sorprendente; la micro avanza rauda por Providencia. No nos demoramos en llegar a Escuela Militar. Hordas corren hacia la micro; es obvio para donde van. Le digo que mire hacia afuera, que aquel espectáculo es igual a lo que sucede afuera del Instituto a eso de las 8:05. Se ríe. La micro se llena absolutamente. En el Apumanque, unos cuicos intentan subir. El chofer no les abre. Los de atrás, que han venido leseando al chofer, se ponen a cantar. Chofeeer, chofeeer, chofere' hay por montones. Pero la mala cuea, nos tocó el más hueón... Nos matamos de la risa. La micro empieza a subir cerros. Cada vez falta menos.

Se detiene. Estamos a metros de la entrada. Hora de bajar. Le ofrezco la mano a la bajada. Me da las gracias. Saca un cigarro, hace rato que quería fumar. Yo no fumo. Caminamos hacia la entrada. Es al otro extremo del estadio. Le paso una de las entradas. Carabineros nos revisa. Uno me saca la billetera y encuentra un ajo. Me pregunta qué hace allí eso. Le digo que es un regalo que ciertos familiares extraños me hacen cada año. Me deja pasar. Espero; se demora más que yo. Le han revisado el bolso entero. Intenta ir al baño a tomar agua; la cola es larga. Decide comprar una mineral. Sale luca. Ni que fuera de oro. La compra.

Entramos. Nos sentamos en el suelo. Perdón; se sienta en el suelo, y me invita a sentarme. Quiero un café, pero el precio y el tamaño me hacen desistir. Hablamos un rato; el paisaje es genial. El sol sigue en lo alto, pero hace algo de frío. No hay tanta gente. Nos levantamos cuando toca Mars Volta. Ahí no más. El vocalista hace un exagerado show lanzando para todos lados el micrófono y la guitarra. En un momento casi se saca la cresta. Llevan sendos peinados afro tipo años 70. Yo decidí no andar con el brocolí de Profesor Salomón y usé gel. Se van. Al menos el tecladista era bueno. Al día siguiente me entero que se han burlado de Morrissey. Criminales.

Me dice que PJ Harvey es mejor. Ojalá. Ya hay bastante más gente, y nosotros tratamos de acomodarnos. Estamos casi en frente de la pantalla derecha. Conversamos y bebemos del agua
de exorbitante precio. Algunos cabros cuicos quieren que vuelva Mars Volta. No. Anochece sobre el estadio. Prueban la pantalla. Sale PJ Harvey. Una mina vestida con ropas de milico. No está mal. No necesito preguntarle para saber que también le gustaría vestirse así. Empezamos a saltar y a bailar. Desde atrás y desde el lado empiezan a empujar, y casi nos aplastan. Alcanzo su hombro con mi mano para que se mantenga en pie. Los cuicos son imbéciles; no les basta con empujar, sino que además se les ocurre cambiarse de lugar y buscar gente en medio del show de PJ, además están unos cuantos curados. Una mina casi se desmaya detrás nuestro. Nos miramos e intentamos cambiarnos de lugar. PJ es buena, me gusta. También le gusta. Los empujones siguen para todas lados y pareciera que vamos a terminar en el suelo. Me esfuerzo en que no se caiga y en yo tampoco caer. Terrible. Logramos afirmarnos, pero quedamos apretados. Termina PJ. Gran aplauso. Tratamos de buscar un lugar donde podamos ver. Tomo su mano para no perdernos; los dos somos pequeños. Hallamos un lugar. Detrás del escenario aparece otro telón lleno de brillos. Ahora todos esperamos a Morrissey.


Mañana termino.

Nos vemos.

S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo B.

"Como la flor que se niega a marchitar."

P.S.: ¡Ayuden a la campaña en pro de juguetes para los niños de Palestina!

domingo, noviembre 07, 2004

Cómo llegué a ver a Morrissey (Parte III)

Un día para el día. Le envío un mensaje al celu en clases. No pasa nada. Me meto al MSN al llegar a casa. Aparece. ¿Te llegó el mensaje? No, ¿que decía? Era más que nada por lo de mañana. Agrégame a mi nueva cuenta. Espero... Ya no quedan días; ya son horas.

¿A qué hora es? Si me dejas en el centro puedo ir. Corro a buscar el diario donde he leído la hora del recital. No está. Busco en la página web del SUE. La cosa empieza a las 6 de la tarde. El señor Morrissey a las 22:10. Le digo. Si nos vamos hacia el centro, puedo. No me importa venirme apenas termine Morrissey. Yo debo irme hasta el centro, te puedo dejar en la Alameda. Momentos de consulta. Permiso concedido. Sonrío. Ahora soy yo quien debo consultar. Antes me pregunta si tengo las entradas. Tengo las dos; a cancha. Genialísimo, dice. Bajo a consultar con mi madre. Está leyendo un libro. Le solicito toda su atención. Le pregunto si puedo ir, y me encargo de explicarle con quien. Luego de refrescarle la memoria con respecto a quien estoy hablando, me dice que no hay problema.

Subo. Mi madre dio su beneplácito, escribo en la ventanita del PC. Ahora los detalles. Le pregunto a qué hora. 17:15 en el Metro... Pero nos conviene en la U. de Chile, si por allí pasan las micros. Ipso facto recuerdo que detesto juntarme con gente allí, y añado Santa Lucía a las alternativas. Elige Santa Lucía. Genial. Me alegro más aún. Le doy mi teléfono y mi celu. Me refresca la memoria sobre sus números. Me doy cuenta que había anotado mal anteriormente el número de su celular. Sin comentarios.

Le digo que no ha sido mi día. Derechamente no lo ha sido; si no hubiése sido por la ironía, habría sido un día horrible. Le hablo sobre el episodio más raro del día, donde me tocó ayudar a un israelí a tratar de llamar por teléfono a Jerusalén. Al menos aquello sirvió para saber que mi inglés no es tan malo. Preferí omitir que luego de eso tuve que ir a la SUBTEL, y me dieron el número 71 cuando iban en el 21. Peor, la situación era casi de tortura, ya que tenían puesto el canal de cocina. A quien cresta se le ocurre poner ese canal a gente que espera para hacer un reclamo a las 2 y media de la tarde. Aprovecho de avanzar en la lectura de dos libros y escribir una carta que no enviaré. Cuando ya no escribo ni leo, en la TV están mostrando pastas. Maldita sea. Gracias al cielo mi abuela paterna me esperaba con un gran plato de tallarines, que devoré en menos de 5 minutos. Son los tallarines más sabrosos que he comido en mi vida.

Vuelvo al día antes del día. Le pregunto por él. Parece que las cosas han andado mejor. Me dice que tratará de subirme el ánimo mañana. Le digo que ya me lo subió. Le agradezco. Me agradece a mi también por la consideración hacia su persona. Luego caemos en cuenta que también debemos agradecer a nuestras respectivas madres. Seguimos hablando. Odio Biología, le digo que haré una quema pública de mis cuadernos y guías en Cuarto. Se ríe. Pregunta si habrán micros a la salida. Le digo que sí. Por último nos venimos a pie. El castigo sería implacable para ambos. Momento de ingenio, le digo que si aquello sucede mis padres no me dejarían salir ni para ir a dejar plata para la Teletón. Se ríe. Ha de irse. Nos vemos mañanita. Nos vemos pues. Cuidese mucho. Llamo a mi padre. Le cuento con quien iré. Dice que me irá a buscar al centro. No es discutible.

El día llega. Salgo a clases; tarde. Soy recibido con un sonoro "perra" desde el fondo de la sala; emitido por quien se quedó sin recursos para ir a ver a Morrissey por ir a la Open Blondie. Me rio. Hablo con algunos individuos. Filosofía es un "hacer nada". Encuentro una de mis pruebas, pero decido no chequear. No estoy para nada con la mente en lo que allí sucede. Historia es peor; la conclusión sacada por Acevedo el miércoles se hace más valedera. Artemio ya no es imbecil, es cretino. Por primera vez en el año, duermo realmente en clases. Duermo, leo dos páginas de Werther, y sigo durmiendo. Llega el recreo y despierto. Salgo a comprar algo de glucosa que me haga despertar. Matemáticas y Castellano pasan. Fin de clases. Me despido; el Renato se cansa de desearme buena suerte en el SUE. Salgo y voy al banco. Arafat está muerto, o casi. No puedo creerlo. Bajo hacia Bandera. ¿Subirá o no? No. Llego a Conchalí. Recibo una llamada a pocos minutos de depositar mi humanidad en el hogar. Mi padre llega en menos minutos aún. Me baño y me visto mientras él ve una película. Me produzco para la ocasión: Pantalón negro con rayas rojas, camisa azul eléctrico, zapatillas y terno. No me veo mal. Me voy. Le dejo las llaves; me ha explicado minutos antes que consiguió un auto para irnos a buscar. Que bien. Que te vaya bien, dice. Gracias por todo. De nada. Salgo a tomar micro. Tarde, como siempre.


Cuarta parte... Mañana.

Saludos.

S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo B.
"Como la flor que se niega a marchitar."

sábado, noviembre 06, 2004

Como llegué a ver a Morrissey (Parte II)

Retomamos la historia. Últimos días de octubre. Cada vez quedaba menos, y ver los avisos en "El Mercurio" o las menciones en "La Nación Domingo" me lo recordaba. La lista contaba con algunas alternativas bastante improvisadas, pero amigables. Sin embargo, como uno es terco, obviamente para mi la lista no se había modificado en nada aún después de lo contado en la primera parte. Es que otra cosa es estar con las entradas en la mano, y a tan pocos días.

Además, ya había hablado con mis padres y estaba más o menos claro que no iría con ellos. Primer concierto al que no iría con su agradable compañía; extraña situación.

Problema kafkiano era el que llenaba mi cabeza esos días. Insistir o no insistir. El otro poeta dijo que debía hacerlo; de hecho, hizo un plan para que yo lo aplicara. La niña rulosa apostaba al no como respuesta. Y claro, lo que se hiciera quedaba en mis manos. La dicotomía presente era clara: O vencía el olorcito de la tentación irresistible, o vencía la independencia.

Días cansadores fueron aquellos... Un día de colegio subí casi muerto a una micro. Eran como veinte para las tres. Abrí un cuaderno y lo supe. Va a subir a esta micro. No coincidía, pero por algún motivo supe que iba a hacerlo. Predicción confirmada un par de cuadras después. Subió. No me saludó. ¿Estará enojada? Era posible. ¿Me le acerco o no? No. Pero el asiento de delante de ella está desocupado... No; cuando nos bajemos le hablo. Simulo (mal) estudiar Química... De vez en cuando la miro mirar hacia afuera, a la nada.

Hora de bajarse. Estamos al lado de la puerta. Temo hablarle; ¿estará enojada? Pienso en eso. ¿Pa' que saludai?, dice. Mujeres... ¿Quién las entiende? Bajamos. ¿Cómo estás? Mal, resfriada. Cuidate. Cruzamos. Oye, necesito que nos juntemos. Bueno. Te lo diría ahora, pero debo ir a una misa. Está bien. El domingo. El domingo.

Sábado por la noche. Eduardo está en el computador, como casi siempre. De pronto leo. No puedo mañana, tengo que salir. ¿Podemos el lunes? Ya, el lunes.

Lunes. El teléfono suena. No puedo a la hora. ¿Más tarde? Más tarde, no hay problema. Habrá que esperar más. Salgo donde mis abuelos primero. Tienen completos. No acepto, no quiero aumentar los problemas para mi estómago ya atribulado por los nervios. Sólo acepto un vaso de bebida.

Viajo en una calurosa tarde hacia el paradero de siempre. Jeans, polera negra, y las entradas metidas en un libro de Dostoievski que intento leer. Llega. Jeans, polera negra. Hermosa, exquisita. La beso, me besa. En la mejilla, claro. Hablamos. Estás aburrido aquí; caminemos. Por favor. ¿Para donde? Donde quieras. Caminamos hacia la plaza. ¿Te quieres sentar allí? Bueno, gracias. Acepto su invitación y nos sentamos uno frente al otro. Seguimos hablando de las elecciones. El voto debería ser obligatorio. Me sorprende. Hora de sorprenderla. Hay otra cosa esta semana que debo hacer y me entusiasma mucho. ¿Qué es? Ir a ver a Morrissey. Y quiero que vayamos a verlo. Las entradas salen del libro y quedan a pocos centímetros de sus manos.

No, no puedo aceptar. Sería abusar de ti. No estás abusando de mi. Me sentiría incómoda. Si quieres después me las pagas; me da lo mismo. ¿Y por qué yo? Porque quieres ir y a mi me gustaría ir contigo. Anda con otra persona. Te estoy invitando a ti. No, no puedo aceptar...Silencio. Guardo las entradas, pero la sigo mirando. Ponte en mi lugar. ¿Y qué es ponerme en tu lugar? Tú sabes. No, no lo sé, dime. Tengo mis motivos. Y callo. He comprendido que el no es definitivo, ha recurrido al último motivo que puede darme. Nos levantamos y caminamos. Es sólo una invitación, en todo caso. Trataré de verlo así. Cuidate. Igual tú. Ahora sí que la lista se tiene que mover.

Menos de 4 días y yo sin nadie con quien ir. Llego a casa a tomar el teléfono y a marcar. No está en casa. Llamo al día siguiente; me he quedado dormido luego de la conversación. Le cuento la historia. Supongo que ahora yo soy el elegido. Sí. ¡Yupi! ¿Pero cuando es? El jueves. ¿Este jueves? Sí. No puedo.

Otro menos. 2 días. Otro rato de horas perdidas en el internet cuando aparece. Habíamos estado hablando poco el último tiempo, pero entiendo, su lucha es difícil. Ha pasado tiempo sin vernos. ¿Le gustará Morrissey? De más, si le gusta esa música. Le cuento la situación. Voy contigo, ¿cuando es? Este jueves. ¿Este jueves? Se le cae la conexión. Maldita sea mi suerte.

Tercera parte... Mañana.

Saludos.

S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo B.
"Como la flor que se niega a marchitar."

Como llegué a ver a Morrissey (Primera parte)

Morrissey...

La historia parece un chiste. Pero puedo decir que el final valió la pena. (y la plata, xD)

Algún domingo de septiembre... Día de la procesión a la Vírgen del Carmen. Día que daban Amélie en Matucana 100. Eduardo decide ir con su madre a la procesión. Antes de ir, se pone a leer "El Mercurio". Confirma algo que le han comentado en días anteriores. Morrissey viene a Chile. Apenas lo puede creer.

Morrissey... Su mente febril trabaja en decenas de cosas que podrían suceder. Cómo siempre no más, en todo caso. Sin saber quien era, Eduardo ha crecido escuchando algunas de sus canciones en la radio. Aunque se acercó más a él cuando vio "Irish blood, English heart" una tarde en el Metro. Y, obvio, cuando le compró "You are the quarry" y se lo regaló.

Al volver de la procesión, hablaron sobre el recital. Obviamente los dos querían ir. Eduardo volvió a revisar el aviso; y se fijó en los medios de pago. Bendición; se podía recurrir a los organismos de pago que estaban a mano. Asegurada la cooperación financiera, salió Eduardo a la mañana siguiente. Te invito a verlo; yo te regalo la entrada. No. No quiero abusar de ti. (... )

Pasaban los días. Supuestamente la preventa se acababa. Pocos momentos para decidir. Las compro o no las compro. "Las". Condición paterna para ir a ver a Morrisey: NO VAS SOLO. La respuesta de la primera alternativa en la lista de acompañantes había sido negativa. Había que recurrir a la balanza: ¿Importaba más Morrissey, o importaba que fuera con ESA compañía? Minutos de pensadera durante una misa... Mamá, necesito pedirte un favor. ¿Qué? Necesito que me compres dos entradas para ir a ver a Morrissey; tú sabes que después te las pago. ¿Y con quién vas? Ahí veo, por último mi padre asumirá. Bueno. Resultado: Al final del día, Eduardo era poseedor de dos entradas en cancha para ir a ver a Morrissey.

Dos entradas. Una para él. La otra para... ¿Para quién?

Los días corrían presurosos hacia el 4 de noviembre. La lista no se movía, y no era demasiado amplia. Eduardo requería hallar a alguien con quién ir a ver a Morrissey, porque ya lo había decidido. Morrissey no vendría en quizás cuantos años más, y él POR NINGÚN MOTIVO se lo iba a perder. Estaba seguro que valdría la pena, y que debía ir a verlo.

No se decepcionó para nada.

Segunda parte de la historia, pronto.

Hasta pronto.

S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo Barra.
"Como la flor que se niega a marchitar."

Conchalí surrealista (Parte II)

El día de las elecciones no podía ser distinto a lo que había sido el resto de la campaña electoral en Conchalí.

Fue un día que empezó temprano para mi. Claro, si tenía que acompañar a mi abuela a votar. Esperaba varias cosas de ese día. Esperaba que a la Concertación le fuera bien. Esperaba que a Santa Cruz le fuera muy bien. Esperaba que Conchalí no volviera a caer en manos derechistas. Esperaba que mis predicciones fueran acertadas en aquellos lados donde las había hecho. Esperaba ver a mi padre. También había esperado verla, pero aquello había sido prorrogado hasta el día siguiente. En fin, algo menos para un día agitado.

Con mi madre íbamos temprano en busca de mi abuela. Caminaba junto a un voto seguro para Sottolichio y Santa Cruz. Y es que casi toda mi familia votaría así. Sólo mi abuela materna se eximía, con sus dos votos nulos que le había anunciado a todo el que le preguntara; y una tía que era un misterio. No necesitamos nada más que dar unos pasos para percatarnos que el retiro de propaganda sólo era un mito en nuestra comuna; nadie había sacado los carteles.

Llegamos a buscarla en un taxi y partimos hacia la Juanita Aguirre. Los Carabineros nos dejaron llegar con el taxi hasta la puerta. Mi madre entra con mi abuela y yo espero a la sombra de un árbol, observándolo todo (como muchas veces) y en compañía de "La Nación Domingo". La sujeto elegida para la sección "Al desnudo" no está nada mal. Miro a la gente. Mucha gente yendo a votar. Sorprendente; mi padre anunciaba un panorama distinto. Sus pronósticos en general eran bastante pesimistas. Yo confiaba en que se cumplieran los mios y no los de él. Mi madre y mi abuela salen algunos minutos después. Justamente cuando he terminado de leer el diario. Justo a tiempo. Salimos en busca de un taxi. Al pasar por Independencia algo llama mi atención. Una candidata de RN ha escrito un rayado suyo por sobre el de un candidato del PPD. Sería normal si no fuera porque no ha borrado el rayado de Sottolichio ubicado al lado. Peor, ha hecho su rayado con la misma letra, de tal manera que parece que no fueran opositores. Más tarde consulto, y me entero que efectivamente no lo son; es sorprendente, pero se opone a Galdames. Una RN apoyando a un alcalde PPD... Lo recuerdo, estoy en Conchalí.

Llego a casa de mis abuelos. Mi madre se va; mi abuelo sale a votar. Mi abuela me tiene una sorpresa, y me la muestra. Es una carta. Hermano, no puedo creer que estés junto a los que mataron a tantos deportistas democráticos en Conchalí, que te hayas vendido a la UDI. Viene desde Suecia, y la ha firmado un hermano de un candidato a concejal de la UDi, aquel de "Por el deporte". Después encontraré aquella carta esparcida por las calles. Llamo a mi padre. Decidimos jugarle una broma a mi abuela. Le paso el auricular. Mi abuela pregunta quien es. Muerto de risa, le digo que Juan José Santa Cruz le está hablando. No cree, pero termina por darse cuenta que así es. No paro de reír en todo el rato. Mi abuela se emociona. Comentará orgullosa el hecho todo el resto del día.

Salgo a pagar el arriendo. Decido irme caminando. La carta no es el único panfleto que encontraré. "Sottolichio, eterno europeo", diviso en la calle. Lo leo. Así que el alcalde pasa más en Europa que en Chile. No hay ni que preguntar quién hizo el folleto. Más allá, "Empresa bruja". Ahora son los amigos del alcalde los que han armado empresas ficticias, ayudándole a financiar su casa y su auto. Me río. Sigo caminando. Veo el rostro de Pinochet. "Te pido que votes por él", dice, y apunta a Galdames. Me río más aún. Pago el arriendo y paso a buscar algunas cosas al agujero hobbit. Luego voy a almorzar donde mis abuelos. Comida y descanso antes de lo que vendrá.

Ya a eso de las cuatro y media las mesas empiezan a cerrar. Parto hacia el comando de "el peso pesado"; ayudaré a ingresar los datos que vengan desde las diferentes mesas. Objetivo: Ser primera mayoría de la Concertación. Cuando empezó la campaña era ser primera mayoría comunal. Mis predicciones lo creen así. Llego. En una pantalla gigante cinco o seís personas ven los primeros escrutinios. Subo al 1x1 que es donde están los computadores. Abrazo a mi padre. Me presenta al resto del "equipo". Miramos la TV mientras esperamos que comiencen a llegar datos. Undurraga está sorprendiendo en Maipú. Recuerdo aquel calificativo de "Kerry chileno" que le dio Bimbo. A Undurraga lo conocí en persona alguna vez; espero que gane. Schaulsohn se declara ganador. Comienzan a llegar resultados. Hora de teclear.

Modus operandi: Mi padre llama a los encargados de cada local; los que le van dando los resultados de las mesas que tienen. Yo y otro caballero traspasamos los datos a un par de computadores. Primero llegan los resultados de alcaldes. Ya con unas pocas mesas comprobamos que Sottolichio arrasa. Genial. Nada de concejales aún, aquello se demora más. Unos veinte minutos después empiezan a llegar las primeras mesas de concejales. Son de hombres. Los resultados no son buenos. Pepa Hoffmann deja la escoba. Santa Cruz va mal. Pero son como 3 mesas.

Aparece Santa Cruz por primera vez. Nos saluda. Le saludamos. Ya hemos recibido más resultados; en su mayoría de hombres. Santa Cruz está siendo elegido, pero va cuarto en la Concertación. Pepa Hoffmann los ha dejado a todos atrás. A los comunistas no les está yendo mal. Seguimos recibiendo mesas de hombres y Santa Cruz vuelve a aparecerse en el altillo. Pide mirar los resultados. Ironiza con la situación, y dice que en las mesas de hombres ni su hijo vota por él. Pero ya ha sobrepasado a Porto y ha quedado tercero.

Comienzan a llegar mesas de mujeres. La cosa empieza a cambiar. Parece que la imagen ayuda. Pepa Hoffmann no baja mucho, pero Santa Cruz comienza a alcanzar a la sorprendente Alejandra Saa y a "la leyenda" María Guajardo. Las distancias son de menos de un punto. También en las mesas de hombres las cosas mejoran. El estado de ánimo se vuelve ansioso. Santa Cruz está alcanzando a las mujeres de la Concertación. Puteo a Pepa Hoffmann cada vez que llega una mesa donde ha arrasado. Pasan los minutos. El primer computo del Gobierno apenas lo escucho, pero parece ser auspicioso. Siguen llegando resultados y sigue pasando el tiempo. En la Muni empieza a escucharse música. El triunfo de Sottolichio parece ser seguro. No así el del "Tremendo alcalde". "El ingeniero" lo ha adelantado.

La pequeña sala estalla cuando Santa Cruz logra sobrepasar a Saa y Guajardo. El peso pesado sube y es informado de los resultados. Ya puede empezar a descomprimirse; la tensión se lo ha estado comiendo todo el rato. Los resultados siguen llegando como una marea. La diferencia aumenta levemente, pero la lucha es apretada entre Guajardo, Saa y Santa Cruz. Hay otras luchas, pero primero hay que ver esta. Son casi las 11 de la noche. Las mesas de mujeres son cruciales para que Santa Cruz alcance cerca de un 11% de los votos. Nuevo computo leído por Correa Sutil, y el resultado es bueno para la Concertación. El PODEMOS sorprende a todos. La fiesta en el Municipio ya es total. La fiesta en el comando del peso pesado ya puede empezar. Los resultados que siguen llegando; ya no por vía telefónica, sino por vía carpeta, sólo confirman lo que ya tenemos. Hora de sacar las cifras repartidoras para ver como se conformará el concejo. Hora de que Santa Cruz suba y nos dé las gracias.

La Concertación alcanza cuatro concejales, y la derecha tres. Existe la posibilidad de alcanzar un concejal para el PODEMOS. Sorprendente. Les ha ido muy bien en Conchalí, es un juicio compartido por todos los presentes. La expectación se traslada a la lucha entre los otros dos candidatos DC al Concejo Municipal. Sólo uno quedará dentro. La distancia es estrecha. Metiendo los resultados de los colegios que faltan, la distancia se estrecha más. Uno de los dos es más odiado que el otro. El que va abajo sobrepasa al otro. Todos ríen. Al terminar de meter todos los datos, sólo trece votos separan a uno de otro. El dato del Gobierno es más risible aún; sólo son cinco votos de diferencia. Nadie puede evitar la risa.

Terminamos como a las dos de la mañana. El objetivo se ha logrado. Nos despedimos. Abajo la fiesta incluye baile; a todo parlante suena "este pasito se baila como tu quieres". Caminamos con mi padre por las calles conchalinas, comentando la elección. En el departamento mi madre sigue despierta. La saludamos. Mi padre se acuesta en el sofá-cama. Buenas noches. Lo beso en la frente y me voy a mi cuarto. Me meto bajo las sábanas. Apago la luz. A dormir el sueño de la victoria.

S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo B.
"Como la flor que se niega a marchitar."

miércoles, octubre 27, 2004

Conchalí surrealista

Penúltimo día de campaña electoral. Y me permite convencerme un poco más de lo surrealista que es Conchalí muchas veces. Partiré explicando los antecedentes que les permitan entender la situación.

En el año 2000, con mayoría personal pero no de pacto, Pilar Urrutia, de la UDI, ganó la alcaldía de Conchalí. El alcalde anterior, Carlos Sottolichio, permaneció como concejal, en un concejo de mayoría concertacionista. El mandato de Pilar Urrutia no destacó por muchas cosas, pero hizo un par de plazas y se preocupó del único colegio de Chile para madres solteras. (atributo exclusivo de Conchalí, según mis conocimientos) Además, como su colega de Renca, se hacía famosa en el "Hola Andrea".

En 2003 Pilar Urrutia muere de cáncer. Para sucederla, el Concejo Municipal elige a Carlos Sottolichio, alcalde entre 1992 y 2000, que vuelve en gloria y majestad al sillón edilicio. La reacción de la derecha no se hace esperar. Días después, una caricatura de autoría anónima se encuentra en las calles de Conchalí una fría mañana, caracterizando a los concejales concertacionistas como buitres que ante la muerte de la susodicha esperan volver a usufructuar de la alcaldía.

Para alegría de muchos, volvimos al mandato concertacionista. Un mandato que, hay que decirlo, se ha esforzado sobremanera para que en estas elecciones no vuelva a ocurrir una derrota ante las fuerzas del mal. (entiéndase, la UDI, xD) "Su Excelencia" Sottolichio ha traido a "La Negra Ester", circo, construído parques, conseguido la promesa de que la Comisaría de Conchalí vuelva a estar en Conchalí... (La Comisaría de Conchalí luego de la creación de nuevas comunas a principios de los 90 quedó en... Independencia.) Y la que debe haber sido la más acertada de sus obras: La instalación de nuevo alumbrado público en las calles de nuestra comuna. (No es por nada, pero se ven geniales esas luces blancas... Iluminan bastante.)

Llegó septiembre de 2004 y la campaña electoral se desató. En el intertanto, las obras hechas por el alcalde no pasaban desapercibidas y la derecha había "respondido" con la creación de la Fundación Pilar Urrutia y el lanzamiento de otro "cómic" contra el alcalde. La Concertación decidió lanzar a la reelección a Carlos Sottolichio; y la derecha al jefe de gabinete (y, si no me equivoco, esposo) de la difunta, Alfredo Galdames. Innmediatamente la campaña comenzó a tomar tintes pintorescos. La derecha se cuadró detrás de la figura de Pilar Urrutia; su candidato a alcalde tomó como lema el ser "el Pilar de Conchalí", con la cara de la susodicha en la gran mayoría de sus letreros y con todos sus candidatos a concejal detrás de Pilar. Por su parte, la Concertación postuló a los mismos concejales y unos cuantos candidatos nuevos... Y una sorpresa. El "peso pesado". xD

Durante estos días me he hartado de ver a Pilar por todos lados... Es el colmo; no tienen ningún mejor argumento que una muerta. Para más remate la "casa de la UDI" (un antro ubicado en Dorsal con Independencia... Si alguien le tira una bomba se lo agradeceré.) tiene gigantescos letreros que agradecen a Pilar y dicen que Conchalí la recuerda por su seriedad y honestidad. Y el himno de campaña de Galdames califica a Pilar como "un ángel que bajó a la comuna"...

Para más remate, salgo en la mañana y me encuentro un nuevo cómic en la calle agarrando para el leseo a Sottolichio con corrupción, alcoholismo y supuestos viajes a Europa. Y en la tarde, yendo a casa de mis abuelos, encuentro la respuesta de la Concertación con un panfleto con una caricatura donde denuncian que Galdames era de la CNI y que la mayoría de los candidatos de la derecha han cometido diversas estafas...

Siendo así la situación, ¿puede alguien extrañarse de que de esta comuna surja algo como "Juntos PASTELES"? ¿O de que dos seres humanos que viven a nueve cuadras se encuentren casi únicamente en un paradero de micros?

Esa es la surrealista Conchalí.

S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo B.
"Como la flor que se niega a marchitar."

lunes, octubre 25, 2004

Suedehead

Esto sólo puede reafirmarme un poco más mi condición de ingenuo; "ñoño"... Tantas veces que ella ponía "Suedehead", y recién vengo a descubrir que es. Y yo la había escuchado tantas veces y tampoco sabía que era de él, hasta ayer.

Suedehead
(Morrisey)

Why do you come here
and why do you hang around?
I'm so sorry
I'm so sorry
Why do you come here
when you know it makes
things hard for me ?
When you know, oh
Why do you come?
why do you telephone
and why send me silly notes ?
I'm so sorry
I'm so sorry
why do you come here
when you know it makes
things hard for me ?
when you know, oh
why do you come ?
you had to sneak into my room
just to read my diary
it was just to see
all the things you knew
I'd written about you
but so many blank pages
I'm so very sickened,
oh I'm so sickened NOW.

Y fue gracias a ella que me interesé en su música... Gracias a ella han pasado muchas cosas. Como el problema kafkiano que nos involucra a los tres, y que algún día explicaré.

S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo B.
"Como la flor que se niega a marchitar."

P.S.: La dirección de "Juntos PASTELES" es: http://juntospasteles.tripod.cl/index.htm I'm so sorry...

Pacto Juntos PASTELES

Advertencias previas:

1. Usted puede documentarse más sobre esta locura en http://juntospasteles.tripod.cl/index.htm
2. Eso no es sólo una locura... Es un estudio sociológico-político. Y si le creemos a Phil, también es una forma de sacar el "self".
3. La meta del Pacto Juntos PASTELES: 1 voto y 6 mails recibidos. (en juntospasteles@yahoo.com)

Ahora sí...

Podríamos decir que esta idea comenzó el año 2000. Elecciones municipales; y los siempre rayados Sebastián y Eduardo decidieron hacer algo divertido. Crearon unos cuantos leteros "modificados" (con cosas como "Patricio Fleto" en vez de "Patricio Cueto", o "Pilar Urrutia demolerá todas las casas para hacer departamentos.) y sacaron y rayaron otros. A pesar de que una horda (dos cabros chicos) intentó agredirles, se prometieron mutuamente que harían algo para las siguientes elecciones.

Nada ocurrió hasta la reunión del martes pasado en San Rafael. Eduardo le recordó su promesa a Sebastián; y se unió aquello al entusiasmo de Renato y a otra idea similar de Guillermo... "Ya, vamos a hacer nuestra campaña". "¿Pero cómo nos llamaremos?". Primera duda.

"Juntos PASTELES" fue lo mejor que pudimos inventar. PASTELES = Pacto Anti-Social Tremebundo Esforzándose en LESear. Nosotros eramos los "Pasteles" en la Generación I, y lo raro fue que nunca nos sentimos menos por eso; todo lo contrario, nos identificaba y era nuestro elemento distintivo.

Ya; teníamos nombre. Ahora había que armar la campaña. Faltaba algo importante. Fotos. Pero tenían que ser fotos originales, y además camufladas. Sesión de fotos para el viernes entonces.

Pero bien, la sesión fue con producción y todo: Primero que todo, compra de gorritos de cumpleaños. Luego, lentes de sol de a luca. Y bigotes construídos a base de plumas. Así salieron las fotos... Por la noche; yo y Guillermo armamos los letreros.

Ahora viene la segunda fase... Pegarlos y hacerlos públicos.

Vamos a ver como le va a nuestro "sui-generis" pacto... Por el momento, al menos en Conchalí ya hay propaganda de "Juntos PASTELES". Informaré de los avances de la campaña aquí.

Saludos.

S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo B.
"Como la flor que se niega a marchitar."

domingo, octubre 24, 2004

El muro entre israel y Palestina (Si no me equivoco, yo hice este ensayo)

Prólogo:
El conflicto palestino-israelí se arrastra desde principios del siglo XX, cuando comienza a haber un renovado interés en los abandonados sanjaks turcos (en ese entonces) que conformaban Palestina, parte de la provincia de Siria. Habitaban la zona sólo algunos campesinos árabes bastante pobres y beduinos del desierto. Sin embargo, en parte huyendo de persecuciones (Rusia, Polonia, Ucrania) y en parte por las ideas del sionismo que los llamaban a ir a Palestina para volver a formar una nación judía, los judíos de Europa comienzan a emigrar a Palestina, la cual logra empezar a salir de su miseria. Pero no sólo judíos llegan a Palestina en este tiempo, (1850 – 1920) sino también poblaciones árabes se ven atraídas por este resurgir y migran también a Palestina.
· Así pues, se da una extraña situación. Árabes (musulmanes y cristianos) eran los que principalmente – también habían unos mil judíos – vivían allí, pero la población en general de Palestina era escasa. El grueso de lo que conforma la población de Palestina antes de la 1ra Guerra Mundial proviene de estas emigraciones.
En 1917, los británicos conquistan Palestina. Durante la Primera Guerra Mundial, habían hecho promesas a árabes y judíos acerca de los territorios del Cercano Oriente, pero terminaron por no cumplirle estas a ninguno y quedarse ellos con Palestina, con la obtención de un Mandato de la Sociedad de Naciones. – El motivo para este acto de traición fue puramente estratégico: Era necesario controlar el territorio que conectaba la vital Egipto (lugar donde está el Canal de Suez, vía clave para comunicar la India con la metrópoli británica) y el reino títere de Irak, donde se ubicaban importantes campos petrolíferos. Esta importancia quedaría demostrada en la Segunda Guerra Mundial, cuando tanto Egipto como Irak estuvieron en riesgo de caer en manos del Eje. – Durante el periodo británico, Palestina sigue surgiendo económicamente, pero también surgen en ella movimientos árabes y judíos que buscan obtener el control del territorio. Los árabes provocan revueltas y los judíos siguen comprando tierras. En 1937, una rebelión árabe instigada por el Muftí (por decirlo de algún modo, obispo musulmán) de Jerusalén y apoyada en secreto por el régimen nazi hizo temblar el mandato. Pero fue la rebelión judía de 1946 la que derribó al león británico. (Rebelión originada en la negativa británica a recibir en Palestina a los sobrevivientes del Holocausto y a cumplir con la promesa de una patria judía) En 1947 las Naciones Unidas votaron la división de Palestina para árabes y judíos. Los dos bandos multiplicaron los actos de terrorismo en un ambiente pre-bélico, a la vez que los británicos se lavaban las manos.
En 1948, Israel declara su independencia. Todos sus vecinos árabes le declaran la guerra, pero en un sorprendente hecho de armas, Israel los derrota a todos. (los árabes de Palestina no se organizaron como un ente para establecer un estado o luchar contra Israel; jamás quisieron reconocer la división) Sólo Jordania (la Orilla Occidental, con Jerusalén Oriental incluida) con su moderna y entrenada por los británicos Legión Árabe; y Egipto (Franja de Gaza) por “compasión” israelí, que consideraba a Egipto como líder del mundo árabe, logran retener algo del territorio palestino. Así nace el Estado de Israel; estado judío, pero con 130.000 árabes viviendo dentro de él (la gran mayoría de los árabes huyeron de los territorios que Israel ocupó, pero los 130.000 que se quedaron no fueron molestados por el estado judío).
Los árabes huyeron hacia los países árabes vecinos o a los territorios palestinos en poder de países árabes. En ninguno de estos dos lugares fueron recibidos precisamente con los brazos abiertos. Se vieron obligados a vivir en campos de refugiados, aún en la misma Palestina. Los países árabes tampoco hicieron mucho por ayudarlos, ya que les convenía más mantener el odio. Mientras tanto, el Estado de Israel siguió recibiendo judíos de todo el mundo y ante su falta de recursos naturales y los vecinos hostiles que tenía, empezó a desarrollar su tecnología y sus fuerzas militares.
En 1967 una nueva guerra enfrentó a Israel contra sus vecinos. Esta vez Israel ocupó toda Palestina, además de las Alturas del Golán y el Sinaí. Sólo parte de los palestinos que se hallaban en la Orilla Occidental y la Franja de Gaza huyeron hacia otros países árabes. La gran mayoría permaneció en estos territorios, ahora bajo ocupación israelí. Luego de esto se produjo un surgimiento de movimientos pro liberación de Palestina entre los palestinos del destierro, principalmente en Líbano y Siria. Estos pronto se hicieron famosos por sus acciones (secuestro de aviones, la crisis de las olimpiadas de Munich, el Septiembre Negro...) y además comenzaron a influir en los palestinos de los Territorios Ocupados. Estos movimientos tenían un carácter secular, (no religioso) ya sea panarabista o social-comunista. Como contraparte a estos surgirían posteriormente movimientos fundamentalistas musulmanes, como el Hamás y la Jihad Islámica.
En 1987 estalla la Primera Intifada. El ejército israelí reprime el levantamiento general árabe a sangre y fuego, y la violencia entre israelíes y palestinos llega al máximo. Los medios de comunicación muestran la situación de Tierra Santa, y a comienzos de la década de los 90 comienza a haber una mayor presión internacional para que se logre la paz en la zona. La Organización para la Liberación de Palestina (que había declarado el derecho a la independencia de Palestina y se había organizado con un Parlamento en Argelia) y el Estado de Israel firman un acuerdo de Paz en la ciudad de Oslo, en 1994. El acuerdo establecía: Reconocimiento a la existencia mutua, el paulatino control de los palestinos sobre los territorios ocupados, (partiendo por Gaza y Jericó) establecimiento de una Autoridad Palestina, fuerzas de seguridad palestinas, instancias conjuntas acerca de diversos asuntos (patrullajes, recursos hídricos) y el establecimiento de negociaciones para alcanzar un acuerdo definitivo. Yasser Arafat, líder palestino, vuelve después de años de exilio a Gaza, y emerge como Presidente de la Autoridad Nacional Palestina.
Sin embargo, el espíritu de Oslo no duró mucho tiempo. Las cosas funcionaron bien hasta la segunda fase del acuerdo, cuando los palestinos obtuvieron el control de las ciudades de Belén, Ramallah, Nablus, Jenin, entre otros. La falta de acuerdo en muchos puntos, la negativa israelí a aceptar resoluciones de la ONU y negociaciones en temas clave, la corrupción en la ANP y la falta de decisión en los liderazgos israelí y palestino llevaron a un estancamiento y frustración, que estallaron cuando Ariel Sharon visitó la Explanada de las Mezquitas. (lugar sagrado musulmán en Jerusalén Oriental, vecino al Muro de los Lamentos, el lugar más sagrado de los judíos) Así estalló la actual Intifada (Intifada Al-Aksa) que ha traído una violencia que aún no acaba, crisis económica y social para las dos partes en conflicto, y además, un estallido de los atentados suicidas, que son los que principalmente originan este muro en cuestión.
1. El muro
El objetivo de Israel es rodear los Territorios Ocupados con vallas y muros. La primera fase del proyecto del muro entre Israel y Cisjordania (Israel rodeó la Franja de Gaza con una valla de seguridad en 1996) incluye 150 kilómetros de barrera que cubrirían las zonas más conflictivas por las que los palestinos cruzan la “Línea verde”. (frontera entre Israel y la Orilla Occidental hasta 1967) En gran parte del proyecto se usa sólo una verja electrificada. Sin embargo, en la áreas más conflictivas (zonas cercanas a las ciudades palestinas de Qalquiya, Tulkarem y hacia el norte de la ciudad palestina de Jenin) se ha instalado una gran muralla de hormigón, con planchas de cemento de 10 metros de alto. En estas partes, el complejo se compone de estas estructuras, de lado israelí a lado palestino: Primero vallas electrificadas con cámara de vigilancia. Luego una carretera para uso de la policía de fronteras. Le sigue a esto una zona de patrulla militar, el muro propiamente tal, una zanja contra vehículos, una zona de seguridad, y finalmente una valla electrificada que limita el territorio palestino. El muro se divide en varias fases, las que en varios sectores incluyen asentamientos israelíes emplazados en los Territorios Ocupados.
2. La postura israelí:
El gobierno israelí sintetiza su posición en que este muro es “una barrera física para frenar el terror”. Desde el inicio de la Intifada “Al Aksa” (Segunda intifada) en septiembre de 2000, cerca de mil quinientas personas han muerto en atentados palestinos cometidos en territorio israelí. Y el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí no se cansa de decir que “el Gobierno de Israel tiene la obligación de defender a sus ciudadanos del terrorismo”. Israel acusa a las autoridades de pasividad ante el terrorismo, e incluso de alentarlo. Con el objetivo de “salvar vidas”, y luego de intentar otras iniciativas que no han puesto fin a los atentados, Israel habría decidido construir “la cerca”. Según Israel además, sería una medida temporal y reversible, que no anexará tierras palestinas (aunque hay quienes en el gobierno israelí dicen que se anexarán el valle del Jordán, río clave para la obtención de agua en la zona), que no establecerá una frontera y no alterará la vida cotidiana en Palestina por existir decenas de puntos de cruce. Insisten también en que no se han confiscado tierras, y cuando han tenido que requisar terrenos privados, se han pagado indemnizaciones.
3. La postura palestina:
A grandes males, grandes remedios. Así es como Israel quiere que se vea la construcción del muro de separación entre las comunidades palestinas e israelíes: una barrera física que impida a supuestos terroristas llevar a cabo atentados contra las ciudadanas y ciudadanos del Estado judío. Es algo gráficamente sencillo de explicar y de entender; una solución que muchos, en el exterior, verían razonable y con la que estarían de acuerdo. Pero la población Palestina está convencida de que la seguridad no es el verdadero motivo de la construcción del muro, sino la anexión de más tierras, un nuevo mapa que sentará las bases para una futura negociación sobre las fronteras de un Estado palestino; y la expulsión silenciosa de más palestinas y palestinos.
En junio del 2002, el gobierno de Israel decidió levantar un muro de grandes dimensiones a lo largo de la Línea Verde para prevenir la entrada ilegal de ciudadanas palestinas y palestinos de Cisjordania a Israel. Esta decisión se produjo después de una serie de atentados suicidas especialmente sangrientos que tuvieron lugar durante la primera mitad del año pasado. Para rebatir el argumento de la seguridad basta sólo con mirar el recorrido del muro: no se está construyendo sobre la Línea Verde sino más al Este, anexionándose un 10% de toda Cisjordania. La transparencia en todo este asunto brilla por su ausencia: el Ministerio de Defensa israelí se niega a publicar ningún mapa sobre la ruta exacta del muro, que no es algo cerrado y las modificaciones se van haciendo sobre la marcha, confiscando más tierras y confinando a la población Palestina en cárceles más pequeñas. A mediados de marzo del 2003, el Gobierno de Sharon anunció que el muro se movería más hacia dentro para incluir en Israel algunos de los asentamientos más importantes en Cisjordania. A la semana siguiente, Sharon continuó anunciando cambios, esta vez declaró que el muro dejaría los asentamientos del Valle del Jordán bajo control total israelí. Algunos oficiales israelíes dicen que existe un plan similar para anexionarse los asentamientos que hay cerca de Belén y Hebron. Así pues, no se trata de proteger a la ciudadanía israelí dentro de las fronteras reconocidas de su país, sino de proteger la ocupación y los asentamientos, ilegales según la legislación internacional. Mientras las palestinas y palestinos van a quedar recluidos en guetos sin poder moverse libremente, los colonos podrán viajar sin ningún tipo de restricciones por Cisjordania. Israel pretende continuar con su política de Faits Accomplits que le posicione favorablemente en futuras negociaciones. Según un informe elaborado por las Naciones Unidas y presentado en la Comisión para los Derechos Humanos, el muro "se está utilizando para expandir el territorio de Israel".
Con la construcción del muro, Israel conseguirá que miles de palestinas y palestinos decidan abandonar sus casas y trasladarse más al interior de Cisjordania, huyendo de las condiciones insostenibles a las que Israel les someterá una vez finalizado el muro. 11.700 personas quedarán completamente encerradas entre la Línea Verde y el muro; 128.500, deberán vivir en enclaves aislados al quedar sus poblaciones muy cercanas al muro y entre la primera barrera y la extensión que se hace al Este para incluir a los asentamientos; mientras que 72.200 personas no van a poder llegar a sus tierras porque éstas van a quedar al otro lado del muro.
De acuerdo con un informe publicado recientemente por la organización Israelí Bt'selem, la construcción del muro infringirá una serie de Derechos Humanos que van desde el derecho a la propiedad privada hasta el derecho a la asistencia médica. Para construir el muro, Israel ha confiscado y confiscará tierras, ha demolido y demolerá casas y negocios, ha destruido y destruirá tierras de cultivo, ha arrancado y arrancará árboles frutales y olivos (que los constructores Israelíes venden a 200 euro la pieza), y ha destrozado y destrozará pozos de agua y canalizaciones de agua. Aquellos palestinas y palestinos que queden atrapados entre la Línea Verde y el muro, o entre el primero y la extensión, verán su libertad de movimiento total y permanentemente coartada. Más allá del efecto psicológico que supone el saberse rodeado por una fuerza hostil, y controlado y vigilado constantemente por ella, "los palestinos del muro" tendrán serias dificultades para acceder a los servicios médicos y hospitales, a las escuelas y Universidades, a sus puestos de trabajo, a los mercados para dar salida a los productos, a sus tierras de cultivo o para visitar a familiares y amigos. Aunque el muro no cree total aislamiento, reducirá la capacidad de muchos residentes para trabajar y ganar suficiente para asegurar unos niveles mínimos de subsistencia. Las áreas mas afectadas por el muro son las más fértiles y productivas de Cisjordania, con gran cantidad de recursos acuíferos. Dañar el sector agrícola en esta zona tendrá graves consecuencias para la población. La disminución de trabajos y de ingresos llevará a miles de personas a vivir en la pobreza o a marcharse de sus tierras. De acuerdo con la legislación israelí, las tierras cultivables que estén sin trabajar por un periodo de 3 años son confiscables. Israel ha dicho que establecerá una serie de puertas a lo largo del muro y permisos especiales para permitir que las palestinas y palestinos pasen a la otra parte para cultivar sus tierras o acceder a otros servicios. Este tipo de formula se lleva utilizando en Palestina desde hace años y la experiencia dice que Israel puede cerrar los pasos y rechazar los permisos cuando estime necesario o cuando quiera infringir castigos colectivos a toda una población por la acción terrorista de uno de sus vecinos.
Una vez finalizado, se estima que a finales de este año, el muro (sin contar las modificaciones) tendrá una longitud de 360 Km. y 6 metros de ancho, tres veces más largo que el Muro de Berlín y dos veces más alto, y estará dotado de torres de vigilancia cada 300 metros, de sensores, alambradas, y zanjas de 2 metros de profundidad. El kilómetro de muro sale a 1.6 millones de euros, pero no hay que preocuparse por cómo pagarlo porque Israel es el país del mundo que recibe más ayuda exterior de EEUU.
4. Para saber más:
www.elmundo.es/especiales
www.embajada-israel.es
www.mofa.gov.ps (en inglés)
http://www.israel-mfa.gov.il/mfa/ (en inglés)
www.bbcmundo.com
www.haaretzdaily.com (en inglés)

Me aburrí.

Me aburrí de la temperamentalidad del Fotolog.

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S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo B.
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