jueves, enero 06, 2005

Silenciando

Calla,
cállame con un beso,
que has encontrado el modo
de silenciar mis palabras
e interrumpir mis versos.

Compra con tus labios
un pasaje para dos
en un tren sin fin recorriendo
las estepas de mi soledad
y la cálida amplitud
de tu cuerpo.

Porque mi boca
en tus labios,
tu boca en mi rostro,
tu boca en mis ojos,
puede desterrar un instante
la duda de mis entrañas.

Calla mi miedo,
calla mi egoísmo,
calla mi soledad;
ahoga sus gritos sordos
con tu boca dulce,
sin piedad.

S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo B.
"Como la flor que se niega a marchitar."

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