domingo, mayo 11, 2008

Que no caiga.

"Que no caiga". Ese es el lema de esta temporada del CDF, traducido por algunas malas lenguas como "Canal Demasiado Fome". Aparece en un réclame que probablemente usted, amable lectora, amable lector, ha visto. Es un réclame muy entretenido, y la verdad, debo decirlo, uno de los que más me gusta. Se me mueven solas las piernas (aunque yo sería incapaz de hacer una de las maniobras que salen en el vídeo) cuando suena eso de "que no caiga, que no toque el suelo".

Sin embargo no deja de resultarme paradójico un lema así cuando sucede que (y que no se diga que opino así debido al horroroso Torneo de Apertura hecho por el equipo de mis amores -¿o de mis pesadillas?-, Deportes Melipilla) el alicaído torneo de fútbol profesional chileno "cae" y cae cada día más, cada año más, sin ser capaz de levantar definitivamente cabeza o conseguir reencantar a la gente a pesar de las miles de fórmulas, siempre más enredadas, que se aplican para ordenar un torneo que más desordenado, llegando a niveles ridículos, no puede ser.

Porque no deja de ser ridículo, por dar un ejemplo, lo siguiente: Desde hace algún tiempo, a comienzos de cada torneo la ANFP saca una programación que da todos los horarios de todos los partidos de cada fecha. Es lo mínimo que el aficionado de un torneo que tenga pretenciones de ser decente podría esperar, para así planificarse, ver cuándo podrá ir a alentar a su equipo, ordenarse, tener seguridades. Sin embargo SIEMPRE esta programación sufre variaciones, las que aumentan a medida que pasa el tiempo. Algunos podrán decir que el factor "clima" es un imponderable, y ante eso no hay mucho que hacer si a causa de lluvias intensas hay que cambiar o suspender un partido. Puede ser, pero no estoy de acuerdo: en Europa hasta con nieve se ha jugado. De todos modos, aún aceptando ello, la mayor parte del tiempo los motivos son bastante menos aceptables que eso, pudiendo mencionar: 1. Falta de dotación policial. 2. Coincidencia con un partido entre dos equipos grandes -sólo Lota Schwager es capaz de programar sus partidos a la misma hora de un "Súperclásico"-. 3. El calor (¡sí, y pasó en Melipilla para más remate!). 4. Que pueda ir más gente al estadio (¡por qué no lo pensaron antes!). 5. Exigencias de la televisión. 6. Que uno de los rivales haya jugado un partido a mitad de semana (vaya a hacer algo así uno equipo europeo o argentino, sería el hazmerreír de sus pares). 7. Que se haya realizado un recital en el reducto. (y me faltan) Y esto pensando en que se cambie el horario... ¡Pues también puede ocurrir que se cambie el lugar donde se juega! Nos pasó hace muy poco con el duelo entre Santiago Morning y Deportes Melipilla, que hasta una semana antes del duelo era en el Estadio Municipal de La Pintana, pasando luego a ser en Santa Laura, y tres días antes del partido se avisó que finalmente se jugaría en el Monumental.

Así no se puede. Por otra parte, para muchos, "estadio" y "partido" han pasado a ser (aunque los partidos de las selecciones de fútbol femenino demuestran que no tiene por qué ser siempre así) sinónimos de inseguridad y violencia gracias a una manga de pelafustanes que como no tienen nada útil que hacer en sus vidas buscan el protagonismo en los estadios, que no son para que vengan unos ridículos a pintar el mono, sino para ir a ver el glorioso espectáculo que puede ser el fútbol). Además, nuestros estadios (salvo quizás el Monumental) son lugares que dan sincera pena, con baños indecentes, gradas incómodas y peligrosas, en algunas ocasiones mal ubicados, con desorden a la hora de comprar las entradas, con escasas medidas ante alguna emergencia, y donde a veces la policía puede ser tan celosa de hurgar por elementos peligrosos en un Santiago Morning-Melipilla y dejar operar en la más completa impunidad a hinchas notoriamente revoltosos en un Colo Colo-Universidad de Chile.

Para más remate, uno podría soportar todo lo anterior si al menos el espectáculo fuera decente. Pero, en primer lugar, al espectáculo se le hace pocaza promoción. El mismo canal de los réclames no de la "juega" por dar más partidos que los de los "grandes" (sólo da uno más en vivo, el resto son los pleitos que juegan Colo Colo y las universidades capitalinas) y su promoción al torneo en sí es escasa, por no decir nula, sin tener además muchos programas siquiera en la misma señal donde hable del torneo. La ANFP, ni hablar... Si ya las programaciones son confusas, en general ocupan un mínimo lugar en los periódicos o en los programas radiales, y no es capaz de hacer una campaña intensiva alentando la asistencia del público. En honor a la verdad, tampoco los clubes son capaces de alentar a los suyos, y en ello debo decir que el mío es vergonzoso al respecto, pues como gran "publicidad" ponen un letrero en la Plaza de Armas y uno afuera del estadio, siendo incapaces, por último, de salir con una camioneta y un megáfono (como Santiago Wanderers). En ocasiones, además, estos mismos clubes o bien cuentan con escaso respaldo, o, a veces debido a lo mismo, su conexión con la comunidad es escasa (de nuevo el mío...), creando pocos lazos que conduzcan a la fidelidad con el equipo. ¿Y los jugadores? En buena parte buscando el mínimo esfuerzo, los buenos queriendo emigrar lo más pronto posible, los más o menos buenos, buscando al club de la capital.

Y no está de más señalar que, normalmente, las entradas son caras para espectáculos y reductos que en muchas ocasiones apenas alcanzan el calificativo de "mediocres".

Así pues, ocurre que al final el "torneo" no cae porque todavía quedamos algunos que creemos en él, en nuestros equipos y en nuestro fútbol. Algunos "románticos del fútbol" (me incluyo), simpatizantes de toda una vida, algunos aburridos que no tienen nada mejor que hacer, arriesgados, los pelafustanes de ciertas barras, personajes que cada equipo suele tener... ¿Pero hasta cuando sobrevivirá un torneo de estos incondicionales, cuando podríamos lograr llegar a tener estadios llenos, como antaño, y no reductos que dan pena de verlos vacíos? Supongo que hasta que atinen los responsables de "que no caiga" el balón del fútbol profesional chileno, pero que eso pase no es algo que se vea muy cercano.

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