martes, diciembre 14, 2004

El mito de la honestidad.

El ser humano no es ajeno a la necesidad de la confianza. Vivimos en un mundo que quizás cada vez es más hipócrita y lleno de desconfianza; y los seres humanos podemos renunciar a la fe religiosa, al fútbol, a nuestras propias familias, amigos, mujeres, hombres, etc. Y sin embargo, ¿existe alguien que no ponga su confianza en algo o en alguien?

Eso también es parte de una decisión, individual. Es uno mismo quien decide acerca de su confianza o falta de esta. Especial es el caso de cuando se pone en alguien; y no en alguien por el cual votemos o veamos una vez cada cuatro años, sino en alguien con el cual queremos estar, alguien con el cual convivimos diariamente, y por quien no podemos evitar sentir sentimientos tan humanos como la amistad o el amor.

Esta confianza por lo general la vamos entregando y acrecentando a base de los hechos que ocurren en nuestra interrelación con las otras personas. Pero también a base de nuestras interpretaciones de esos hechos y de lo que vemos (¿o de lo que creemos ver? ¿o de lo que queremos ver?) en esas personas. Eso, como toda actividad humana, deja un margen al error. Las interpretaciones no son objetivas ni siempre correctas; la equivocación es parte de las probabilidades.

Hora de ser directo. ¿Hacia dónde voy con esto? Cuando uno entra en una relación con alguien (que no es necesariamente un pololeo o algo así), es normal que se forme cierta imagen de esa persona. Esa imagen en gran parte se basa en conceptos básicos, formados a base de... Interpretaciones.

Interpretaciones que nacen de hechos para nada extraordinarios. Cualquier cosa, una frase, una conversación; nada demasiado importante.

Como por ejemplo, establecer a partir de una conversación que una persona es franca.

Pero las interpretaciones, como las actividades humanas, como los seres humanos; por lo general son frágiles, y se pueden derrumbar.

Es que cuando las cosas no son lo suficientemente claras, las interpretaciones son más numerosas, y más débiles aún.

Un “no puedo corresponderte” es algo que no es claro. De aquello se pueden obtener numerosas interpretaciones. Puede querer decir que una persona es franca y clara. Puede querer decir que esa persona está pololeando hace un mes.

Y cuando se confunde la honestidad con la tacitud, pues claro, cada uno interpreta lo que quiere y se va contento a casa. Pero el exceso de tacitud no es bueno. Conduce a demasiadas interpretaciones, las que tienen un importante porcentaje de riesgo en su exactitud.

Y que lo diga yo...

En fin; un pésimo artículo, pero no siempre hay que escribir cosas buenas. A veces sólo se escribe porque se quiere escribir.

Y más que tratarse esto de “el mito de la honestidad”, el verdadero título podría ser “Mi mito de tu honestidad”. Últimamente los mitos se derrumban con facilidad. Más cuando hay un exceso de tactitud en toda la historia.

Sólo eso.

Adiós.

S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo B.
“Como la flor que se niega a marchitar.”

P.S.: Tacitud: De tácito; algo que se sobreentiende sin que sea explícito.

3 comentarios:

  dijo...

La honestidad existe, como el bien también existe. No todo es mal, y tampoco todo va a ser hipocresía! todo depende del punto de vista que le tomemos a las cosas y también de tener un criterio formado...yo creo que el mundo se va poniendo cada vez más mentiroso y desconfiado porque vivimos tan masificados y tan preocupados por cosas materiales que nos olvidamos del espíritu y de la evolución de éste. O sea, creo que esta sociedad está conformada en su mayoría por eternos adolescentes que no saquen lo que quieren, y que aún no tienen un criterio formado...por eso tanta pornografía y eso po, creen que lo que sale en la tele está "in" y no tienen carácter, como cuando teníamos 14, 15 o bueno, hasta hoy mismo xD

Pero debemos tener esperanza de que pronto le encontraremos un sentido a la vida, una flecha evolutiva, un criterio para dejar esta puta adolescencia en donde no sabes ni quién eres...demás que si llegamos a tener nuestro sentido de vivir vamos a andar mandando a los lokos que se quedaron estancados yo cacho, si yo creo que todos los dueños de las empresas gigantes estas tipo Smartcom que llenan de sexo su publicidad para andar "manejando" a sus usuarios son gente con criterio y con carácter, y eso pos! la honestidad existe siempre y cuando le encontremos el sentido a la vida.

Salu2 wuasho! Conchalí Unido presente! xD estuvo entera weeena la pichanga, aunque al final no pude más y fue entero fome =P y eso pos, nos leemos!

Anónimo dijo...

Bah, no habia komentao xDDD

El otro dia taba hablando por MSN kon el seba de esto, y sigo kreyendo k sea honesta la konfianza o no es necesaria, debe ser algo k uno mismo kre komo la felicidad el amor y bleh...

Sabis k tu puta arenga lo deja a uno sin ganas de konfiar en nadie xD si me pongo a pensar en las interpretaciones k podria haberle dao a komo 1000 weas k me han dixo me demencio y bleh, al menos esta el optimista post del seba pa kontrarrestar

Ya, salu2 peñailo, es de tus arengas k mas me ha gustao y primera ves k leo k la enkontrai mala xDDDD chaup!!

Anónimo dijo...

eduardo

es en la confianza donde radica gran parte de lo que somos, es en la confianza donde se contruye el ser humano y es en la confianza donde sentimientos como el amor y la amistad pueden florecer y hacerno sentir más personas...

no te confundas en esto...vive la confianza de quienes te queremos y deja quererte; aprende de estas experiencias y asume tu condicion de joven y hombre bueno

tu sabes quien