martes, julio 25, 2006

Es distinto de noche...

Eso pensaba yo, mientras por la empañada ventana del auto en cuyo asiento traser me iba resbalando a cada tanto, miraba las siluetas de los cerros y de los árboles, que a pesar de lo nocturnas me sonaban familiares; y es que no es la primera vez ni la última que pasaré por la Autopista del Sol, aquella que me lleva a más de un lugar querido y recordado. Pero hace mucho tiempo, específicamente desde el partido de Deportes Melipilla con Universidad de Concepción, que no hacía el recorrido a horas tan nocturnas; con las sombras de los álamos y los montes divisándose a la luz de la escasa luna que las nubes dejaban pasar.

Todo porque era necesario, y de puro necesario y de impulso y corazón, cosas que suelo no tener, pero a veces tengo, me embarqué en imprevisto viaje hacia la provincia vecina a bordo de un viejo Caricar de las Tasacoop, de pie por darle el asiento a una señora que iba a Malloco, tarareando viejas canciones románticas de Radio Imagina mientras observaba que fuera bien, y aunque el silencio de los pueblos con casas de adobe y la oscuridad de sus calles y caminos que cuando voy de día suelen sonreírme y yo suelo devolverles el gesto, podían infundirme temor, no había que demostrarlo ni sentirlo. Hay cosas más importantes que el regreso, aún cuando sea de noche, uno no acostumbre ni viajar ni salir de noche, los buses oruga bien iluminados con sus focos blancos le hayan hecho perder la costumbre de otros medios de transporte, y otros fantasmas que suelo derrotar con canciones como "All my loving" y pensamientos amables. Afortunadamente, no tuve que volver en un bus con letrero "Autopista", sino en el auto de los amables padres de la señorita Lucy, mientras pensaba en cuan distinto es de noche, cuan distinto el camino, y esos lugares donde el sabor de mi boca y mis pensamientos no son iguales a los de cuarenta kilómetros hacia el oriente.

Saludos,

S.E., Mrcl. Eduardo Peñailillo B.

2 comentarios:

Oscar Cayul Aedo dijo...

Hay que reconocerlo...la radio Imagina es bastante cebollenta. Aun asi se disfruta en su programación viejos como Adamo o Nino Bravo junto a lo mas contemporaneo. Buena radio...mal aporte mio...adios

  dijo...

Me encantan las vibraciones de las micros antiguas, como si estuvieran a punto de destruirse mientras corren a toda velocidad...

Sí, es agradable.

Salu2!