miércoles, diciembre 31, 2008

Todo comenzó cuando terminó: Apuntes sobre nostalgias de años colegiales.

Santiago, 31 de diciembre de 2008.

Todo comenzó cuando terminó. Esta frase es la mejor manera de comenzar la majamama que escribiré a continuación.

Hace algunos días, a la carrera camino del bus que me llevaría a Valparaíso y a darle la mano a Manzanero (¡pero eso es otra historia!), hice una escala en la Clínica Dávila para visitar a una persona enferma. No cualquiera, ciertamente. Se trataba de mi primera profesora de la básica, la Miss Carmen (sí, en aquel colegio tenían la "siútica" costumbre de que a las profesoras había que llamarlas "Miss", cosa que yo no repetí al momento del reencuentro. Usé el "profesora" que, con el "profesor" que uso para los hombres, son para mi un título de sumo respeto y valoración); la misma que en Segundo Básico se encargó de decirme que yo debía buscar otro colegio o me "atrofiaría" en el que estaba, con consecuencias que ella no pudo jamás imaginar (tampoco yo). Una pancreatitis aguda a causa de unos cálculos llevaron a mi profesora a la Unidad de Tratamiento Intensivo. Lo supe a causa de mi tía Gigi, educadora de párvulos en el mismo colegio, y que lleva allí tantos años como ella. Sospechaba que no podría alcanzar a visitarla, por eso no me hice anunciar por ella y mi madre, que partieron antes. Sin embargo, a veces hago milagros, Transantiago me trata bien (¡eso da para dos "posts" más!), y siempre me gusta tratar de hacerlo todo, por lo cual logré llegar, como siempre casi al filo, pero a tiempo para siquiera saludar.

Ni ella ni yo nos hubiéramos imaginado un reencuentro así. Años después de yo irme de ese colegio y de que ella dejara de ser mi profesora me la encontré, pero en un lugar obvio: la esquina afuera de ese colegio. Aún entonces tomaba la micro 313, la Cerro Navia-Huechuraba, detalle que en su lecho de enferma le recordé y que le sorprendió y la hizo reír. Pero de aquellos años, ella recordaba más que yo. Los nombres de quienes fueran compañeros míos (y con ello tiene que ver lo último que diré en este comentario), y que he olvidado casi todos, pues aquellos tres primeros años de mi presencia en el sistema educativo pasaron hace mucho y mi memoria no recuerda demasiado de esos nombres y rostros. A mi profesora sí. Otras cosas también. Estuvimos una media hora conversando, recordando viejos tiempos. Me dijo que se había reunido con algunos de mis ex compañeros, y que la iban a ver a mi ex colegio. Y yo pensé que, aún con ese motivo, y aún más teniendo una tía trabajando ahí, con suerte había vuelto una vez a entrar a ese lugar. No tengo muchas ganas de volver realmente. Pero aún menos a mi segundo ex colegio.

Otra cosa es el Instituto Nacional. Después de salir de allí, de "mis años felices" como a veces digo, he tenido muchas ganas de volver a entrar, de recorrer sus pasillos y lugares. No me ha sido posible, a pesar de que en dos ocasiones, Día del Patrimonio Cultural y una exposición de unos alumnos demos gracias, he logrado volver a recorrer parte de él. Pero ni pensar en algo como lo que nos sucedió el primer día de clases en ese lugar, cuando un individuo desconocido entró a una sala llena de muchachos impacientes y nerviosos siendo tan sólo un ex alumno y se puso a contarnos de su experiencia mientras llegaba el docente a cargo de esa hora. Todo gracias a las políticas de "seguridad" de cierto rector poco querido. El consuelo ha sido encontrar, a goterones espaciados, a algunos de mis antiguos maestros en la calle. Paradójicamente, a quien más he encontrado ha sido a una antigua profesora de Matemáticas (mi segunda asignatura más débil, luego de Biología); y no he vuelto a conversar con ninguno de Historia, que quizás se sorprenderían si supieran lo que estudio.

Hace algunos días me tocó presenciar un reencuentro alegre y creo que emocionante. El de mi muchacha con su primera "alma mater", la Escuela de Niñas "Ramón Barros Luco" de Valparaíso (a notar lo divertido que puede resultar el destino: con sus amigas posteriormente se acuñó el término de "burras locas" para las originarias de ese lugar, y terminó con un "burro", como suele llamarse a los institutanos). Los Carnavales Culturales y un entretenido taller de malabarismo del que algo vimos lo hicieron posible. Claro, no por completo, pues fue descubierta intentando subir al segundo piso. Pero al menos en parte. Me mostró el patio, el antiguo edificio recién pintado, recordaba conmigo las ubicaciones de los baños, los juegos, las cosas no tan buenas y las agradables. Y para mi fue una experiencia muy hermosa poder acompañarla en ese momento especial para ella.

La visita a mi profesora enferma dejó un hilo suelto que hace algunas horas se desenrrolló y terminó encontrando a dos individuos que hace mucho no sabían de sí. Mencionaba ella que quien fuera mi "yunta" de esos años de infancia, un zagal en ese entonces muy similar a "Felix", el de "Los 80", llamado Camilo, había hecho su práctica como profesor de Educación Física en mi ex colegio. Conversando con mi madre el asunto, días después, me comentó que allá en su colegio tenían un joven profesor de Educación Física del mismo nombre y características similares. Le dije que preguntara por su apellido.

Resultó ser el mismo muchacho que, desde que me lo encontré un día arriba de una 112 (El Cortijo-Las Industrias) hace varios años no había vuelto a ver. Habló para el mundo con mi señora madre, y me agregó a la cosa de moda de este año que se va: Facebook. Y bueno, le dejé unas palabras, claro.


Vueltas. Vueltas de esas que son regreso. Porque todo comenzó cuando terminó.

Vaya frase para terminar este año.

jueves, diciembre 04, 2008

Clara (y Carlos).

Santiago, 4 de diciembre de 2008.


Clara,

distinta Clara,
extraña entre su gente, mirada ausente.

Clara,
a la deriva,
no tuvo suerte al elegir la puerta de salida.

Clara,
abandonada
en brazos de otra soledad.

Esperando hacer amigos por la nieve
al abrigo de otra lucidez,
descubriendo mundos donde nunca llueve,
escapando una y otra vez.

Achicando penas
para navegar...
estrellas negras vieron por sus venas
y nadie quiso preguntar.

Clara
se vio atrapada,
abandonó el trabajo,
se vino abajo.

Clara
languidecía
perdida en un camino de ansiedades y ambrosías.

Clara
no dijo nada
y un día desapareció.

Recorriendo aceras dicen que la vieron
ajustando el paso a los demás,
intentando cualquier cosa por dinero
para incarse fuego una vez más.

Esa madrugada
Clara naufragó,
tenía el mar de miedo en la mirada,
las ropas empapadas
y el suelo por almohada,
y lentamente amaneció.

("Clara", Joan Baptista Humet)


Acabo de enterarme de la muerte de Joan Baptista Humet. Mientras escuchaba música gracias a You Tube, escuchando casi la única canción que conocía de este señor (es decir, "Clara"), vi numerosos mensajes a su persona, despidiéndose. Google me permitió descubrir lo que había sucedido, no hace mucho, sólo un par de días.

¿Y quién era Joan Baptista Humet? No lo sé. Sé que era un cantante, claro. Mis años de fanatismo por la Radio Cooperativa me permitieron oír en muchas ocasiones la que seguramente es su canción más conocida, "Clara". Algún día, uno de esos en que mis rasgos obsesivo-melómanos me llevan a abanderizarme con una canción largas horas, oyéndola una y otra vez, descubrí que tenía un sitio web. Y es más, él mismo había escrito ahí, al menos un tiempo. Se leía como alguien muy sencillo, pero a la vez muy feliz y libre, muy vivo. Seguramente, a pesar de la enfermedad que se lo llevó, debe haber partido en profunda paz. (Y a raíz de eso conocí otra canción más suya, y de seguro conoceré muchas más. O eso espero)

"Clara" es uno de esos temas que me pone melancólico, que me pone meditabundo. Según se señala, "Clara" es un tema que habla de las drogas, de una chica afectada por las drogas. Y sin embargo, las canciones, como las poesías, son "democráticas" al momento de salir al espacio exterior, y por lo cual en el fondo también hablan de lo que uno quiere, no sólo de lo que el autor quiso. Y entonces a mi "Clara" es un tema que me produce cosas, cosas muy profundas e íntimas... Sensaciones que no son para ser publicadas aquí.

Sin embargo, y conectándolo con otro buen suceso musical, pero cortesía de la competencia (una noche escuchando el programa nocturno de Radio Bio Bío de Santiago) dí con otra canción, de talante muy distinto. Y, ideas locas, pensé lo siguiente:

"Clara, distinta, extraña entre su gente. A la deriva, escapando una y otra vez; nadie quiso preguntar. Atrapada, languidecía.

Carlos lo supo. Y se preguntó: ¿Qué podría decir yo?

Sin saberlo, descubrió que tenía dedos para el piano. Comenzó a improvisar, a tocar. Hizo sonar la música, el ritmo, los tambores y las voces.

Y Clara lo sorprendió, porque sabía bailar. Y se movía. Mejor que él.

Se descubrieron bailarines en medio de una música que les alegraba el alma, una música que no pararon de tocar".

¿Qué dijo Carlos?


Hey mama, don't you treat me wrong

Come and love your daddy all night long
All right now, hey hey, all right

See the girl with the diamond ring
She knows how to shake that thing
All right now now now, hey hey, hey hey

Tell your mama, tell your pa
I'm gonna send you back to Arkansas
Oh yes, ma'm, you don't do right, don't do right
Aw, play it boy

When you see me in misery
Come on baby, see about me
Now yeah, all right, all right, aw play it, boy

When you see me in misery
Come on baby, see about me
Now yeah, hey hey, all right

See the girl with the red dress on
She can do the Birdland all night long
Yeah yeah, what'd I say, all right

Well, tell me what'd I say, yeah
Tell me what'd I say right now
Tell me what'd I say
Tell me what'd I say right now
Tell me what'd I say
Tell me what'd I say yeah

And I wanna know
Baby I wanna know right now
And-a I wanna know
And I wanna know right now yeah
And-a I wanna know
Said I wanna know yeah

Spoken: Hey, don't quit now! (c'mon honey)
Naw, I got, I uh-uh-uh, I'm changing (stop! stop! we'll do it again)
Wait a minute, wait a minute, oh hold it! Hold it! Hold it!

Hey (hey) ho (ho) hey (hey) ho (ho) hey (hey) ho (ho) hey

Oh one more time (just one more time)
Say it one more time right now (just one more time)
Say it one more time now (just one more time)
Say it one more time yeah (just one more time)
Say it one more time (just one more time)
Say it one more time yeah (just one more time)

Hey (hey) ho (ho) hey (hey) ho (ho) hey (hey) ho (ho) hey

Ah! Make me feel so good (make me feel so good)
Make me feel so good now yeah (make me feel so good)
Woah! Baby (make me feel so good)
Make me feel so good yeah (make me feel so good)
Make me feel so good (make me feel so good)
Make me feel so good yeah (make me feel so good)

Huh (huh) ho (ho) huh (huh) ho (ho) huh (huh) ho (ho) huh

Awh it's all right (baby it's all right)
Said that it's all right right now (baby it's all right)
Said that it's all right (baby it's all right)
Said that it's all right yeah (baby it's all right)
Said that it's all right (baby it's all right)
Said that it's all right (baby it's all right)

Woah! Shake that thing now (baby shake that thing)
Baby shake that thing now now (baby shake that thing)
Baby shake that thing (baby shake that thing)
Baby shake that thing right now (baby shake that thing)
Baby shake that thing (baby shake that thing)
Baby shake that thing (baby shake that thing)

Woah! I feel all right now yeah (make me feel all right)
Said I feel all right now (make me feel all right)
Woooah! (make me feel all right)
Tell you I feel all right (make me feel all right)
Said I feel all right (make me feel all right)
Baby I feel all right (make me feel all right)

("What'd I say?", Ray Charles)


Eduardo.

P.S.: Espero volver esta vez.
P.S. 2: Este artículo me recuerda mucho a un blog que alguna vez leí...